“Mar y Sierras”
Ese fue el nombre de un tren de pasajeros que corrió en la década del
70. Salía de Tucumán por el F.C.G.B. Mitre en dirección a Mar del Plata,
por lo cual circulaba también por el F.C.D.F. Sarmiento y por último
hasta llegar a destino por el F.C.G. Roca.-
Uno ponía su
humanidad en el “Jardín de la República” y luego de aproximadamente 25
horas se bajaba en “La Feliz”. Se trataba del más democrático de los
transportes, cada cual viajaba en la clase que le permitía el bolsillo.
Los más pudientes lo hacían en “camarote” incluso despachando su
automóvil en el vagón-bandeja, por lo que al llegar a destino ni taxi se
debían tomar.-
Por debajo de los más platudos venía la
categoría “Pullman”. Aire acondicionado o bruta calefacción, asientos
que se reclinaban mejor que los de los ómnibus tipo “cama” de la
actualidad y eran mucho más anchos con mayor espacio entre una fila y la
otra. El mismo contaba con Camarero, luz individual, almohada, manta,
asistencia al asiento, etc.-
Ya más abajo estaba la “ 1ª “ que
de tal tenía solo el nombre. En general eran asientos tipo butaca doble,
reclinable, pero sin aire, Camarero ni atención alguna.-
Los
de bolsillo más a dieta venían en “Clase Turista”. Notoriamente de valor
mucho más bajo que cualquier otro medio de transporte, sin ningún tipo
de comodidad extra salvo asientos triples o dobles de respaldo rebatible
con su respaldo y posa-traste de cuerina con goma-espuma, era lo que
permitía a los menos beneficiados por la diosa fortuna poder ir de aquí a
allá.-
Pero todos, exactamente todos, salían y llegaban de una
misma procedencia a un mismo destino en un mismo momento. Si éste no
era el trasporte más democrático, entonces éste dónde estaba…?
Pero lo que voy a relatar – salvo el nombre –no tiene absolutamente nada
que ver con los trenes más allá de recordar lo que tuvimos y no supimos
conservar merced a la obra del remanido sirio-simio-riojano.-
Ustedes entenderán, luego de leer lo que sigue se darán cuenta que no
puedo mencionar buque, línea, año ni mucho menos protagonistas…
Era un viaje en que en el sector de Oficiales viajaban un par largo de
“familiares acompañantes”. En esos tiempos la atención de dicho sector
en los turnos de almuerzo y cena estaba dada por el 1er. Mozo, Mozo de
Oficiales y Ayudante de Mozo o bien “Aprendiz de Mozo” en lugar del
anterior.-
El Capitán con su esposa, Jefe de Máquinas con su
ídem, 1º de Cubierta y mayoría de la plana cenaban a las 20:00LT, es
decir en el segundo turno, el que realmente estaba destinado a quienes
dejaban las guardias a esa hora, pero sabido es que donde manda Capitán…
Por lo detallado, el primer turno, o sea el de las 19:00LT, era muy
poco concurrido, consistía en el 3º de Cubierta que relevaba al 1º a las
20 más el Jefe de R/T dependiendo sus horarios de comunicación, los
Pilotines – menos el de Cubierta que dejaba la guardia junto al 1º, y
algún otro oficial que quisiese irse a dormir temprano.-
Entre
el final del primer turno y el comienzo del segundo, al ser tan bajo el
número de comensales iniciales, quedando el comedor rearmado
completamente transcurrían unos 15 minutos que se tomaba el personal de
Cámara para descansar, por ende el comedor quedaba totalmente
solitario.-
Una noche, a manera de postre, se recibe procedente
de cocina - ya cortado en las porciones justas para los dos turnos de
cena – el famosísimo Postre Balcarce. Se le sirve a los comensales su
partición - las porciones restantes para el turno del Capitán se
guardaron en la heladera de la Repostería - vino el café, se fueron los
comensales, se rearmó el comedor y el personal respectivo se fue a
disfrutar de su cuarto de hora de “dolce far niente”.-
A las
20:00LT en punto reapareció el personal de Cámara y los nuevos
viandantes fueron llegando y ubicándose. Pasaron los platos respectivos y
se llegó al postre. Cuando se lo extrae de la heladera donde se lo
había ubicado hasta ser servido se advierte que faltaban tres porciones…
Y de cocina habían arribado en número justo pues habían sido
controladas…
Algún glotón de la plana que ya había cenado se
las había llevado. El problema era que de cocina descongelaban las
postres en medida muy ajustada por aquello del “gramaje”.-
Menudo problema… nada menos que en el turno del Capitán iba a explotar esto. Serviría para bruto kilombo.-
Con buen tino el 1er Mozo bajó corriendo a la cocina y habló con el
“Maestro” para ver si se podían rescatar tres porciones de algún lado.
El 2º de Cocina se había ido a dormir temprano pues amasaba el pan y no
se había servido la suya, más una sobrante de casualidad y la que no
había consumido el mismo Mozo salvaron las papas.-
Todo el mundo con postre, todo el mundo tranquilo.-
Pasó una semana y se repitió el postre. Como el que se quema con leche
ve una vaca y llora, prevenidos, los Mozos antes de irse a descansar
esos minutos dejaron el postre no en la heladera sino en un tambucho con
llave muy próximo al “salón de estar” de Oficiales donde se guardaba
vajilla y todo lo referido a la asistencia gastronómica. En el piso de
ese tambucho había dos cajones de Coca Cola mediana que se usaban para
la atención de las autoridades en las entradas a puerto. Sobre el cajón
superior que contenía sus respectivas 24 botellas quedó el postre
Balcarce a la espera de ser servido a los comensales del segundo turno.-
A las 20:00LT se repitió la ceremonia y los viandantes se ubicaron para
degustar las delicias con que ELMA nos agasajaba a los tripulantes.
Ahora los Mozos estaban relajados, esta vez ya no faltaría ninguna
porción ni habría que andar corriendo detrás de las mismas. La cena
terminaría en paz…
Llegó el gran momento.-
El Ayudante
de Mozo, llave en mano, fue al tambucho en busca del “desert” sureño,
abrió la puerta, se agachó, colocando su mano izquierda por debajo
retiró tirando con la mano derecha la mitad de la bandeja deslizándola
sobre las botellas, cuando su mano zurda ya ocupaba una buena parte de
la bandeja circular procedió a levantarla completamente. La bandeja era
de cartón…
La falta ocasional del frío dentro del tambucho, más
la humedad natural sumada a la que produce ese tipo de repostería a
temperatura ambiente, hicieron que la rigidez de la susodicha bandeja
desapareciera tornándola endeble e inconsistente. Si antes habían
faltado tres porciones ahora – directamente – faltaba la mitad, una gran
parte yacía en forma de migas sobre el sector de bandeja que sostenía
la mano del Ayudante de Mozo y el resto, sin más opciones, en el piso
del tambucho…
Eran sólo tres las porciones que habían permanecido más o menos indemnes, el resto parecía “Revuelto Gramajo”…
Se estaba en problemas
Las “familiares acompañantes” eran tres, coincidía su número con el de
las porciones presentables, por lo tanto al ser protocolarmente las
primeras en ser servidas comenzando por la esposa del Capitán, ellas no
tendrían mayores problemas con su bocado correspondiente.-
En
la Repostería la hilaridad trasuntaba los mamparos. La risa de los Mozos
se escuchaba desde proa, algo debía estar pasando se murmuraba en la
mesa de la plana mayor…
Servidas las señoras ahora había que comenzar por los señores, y nada menos que por el “four ribbons”…
El 1er Mozo no quería salir de la repostería, en parte por estar tentado, en parte por vergüenza.-
El que mejor se contenía era el Mozo de Oficiales, el que – aunque
divertido – parecía que podría afrontar la situación, sin embargo su
colega tuvo la infeliz idea de, antes que saliera con el plato llevando
el postre devenido en una pila de Dogui con destino al Master, decirle
lo siguiente : “…si el Capi te pregunta algo decile que es Postre
Balcarce y que a él le tocó la parte de las sierras…”
Si antes
había hilaridad en la repostería ahora las carcajadas atronaban mientras
que – ignorantes de la situación - hasta se contagiaban los mismos
comensales al oir a los Mozos en plena algarabía. El Mozo de Oficiales
también desistió de su intento de servir ya que no podía contener sus
lágrimas por la risa yacente.-
No sé si fue por lo que se tardó
en llevarlo a la mesa o finalmente por la presencia del postre pero
nadie lo aceptó y todos prefirieron ir directamente al café…
Ese fue el nombre de un tren de pasajeros que corrió en la década del 70. Salía de Tucumán por el F.C.G.B. Mitre en dirección a Mar del Plata, por lo cual circulaba también por el F.C.D.F. Sarmiento y por último hasta llegar a destino por el F.C.G. Roca.-
Uno ponía su humanidad en el “Jardín de la República” y luego de aproximadamente 25 horas se bajaba en “La Feliz”. Se trataba del más democrático de los transportes, cada cual viajaba en la clase que le permitía el bolsillo. Los más pudientes lo hacían en “camarote” incluso despachando su automóvil en el vagón-bandeja, por lo que al llegar a destino ni taxi se debían tomar.-
Por debajo de los más platudos venía la categoría “Pullman”. Aire acondicionado o bruta calefacción, asientos que se reclinaban mejor que los de los ómnibus tipo “cama” de la actualidad y eran mucho más anchos con mayor espacio entre una fila y la otra. El mismo contaba con Camarero, luz individual, almohada, manta, asistencia al asiento, etc.-
Ya más abajo estaba la “ 1ª “ que de tal tenía solo el nombre. En general eran asientos tipo butaca doble, reclinable, pero sin aire, Camarero ni atención alguna.-
Los de bolsillo más a dieta venían en “Clase Turista”. Notoriamente de valor mucho más bajo que cualquier otro medio de transporte, sin ningún tipo de comodidad extra salvo asientos triples o dobles de respaldo rebatible con su respaldo y posa-traste de cuerina con goma-espuma, era lo que permitía a los menos beneficiados por la diosa fortuna poder ir de aquí a allá.-
Pero todos, exactamente todos, salían y llegaban de una misma procedencia a un mismo destino en un mismo momento. Si éste no era el trasporte más democrático, entonces éste dónde estaba…?
Pero lo que voy a relatar – salvo el nombre –no tiene absolutamente nada que ver con los trenes más allá de recordar lo que tuvimos y no supimos conservar merced a la obra del remanido sirio-simio-riojano.-
Ustedes entenderán, luego de leer lo que sigue se darán cuenta que no puedo mencionar buque, línea, año ni mucho menos protagonistas…
Era un viaje en que en el sector de Oficiales viajaban un par largo de “familiares acompañantes”. En esos tiempos la atención de dicho sector en los turnos de almuerzo y cena estaba dada por el 1er. Mozo, Mozo de Oficiales y Ayudante de Mozo o bien “Aprendiz de Mozo” en lugar del anterior.-
El Capitán con su esposa, Jefe de Máquinas con su ídem, 1º de Cubierta y mayoría de la plana cenaban a las 20:00LT, es decir en el segundo turno, el que realmente estaba destinado a quienes dejaban las guardias a esa hora, pero sabido es que donde manda Capitán…
Por lo detallado, el primer turno, o sea el de las 19:00LT, era muy poco concurrido, consistía en el 3º de Cubierta que relevaba al 1º a las 20 más el Jefe de R/T dependiendo sus horarios de comunicación, los Pilotines – menos el de Cubierta que dejaba la guardia junto al 1º, y algún otro oficial que quisiese irse a dormir temprano.-
Entre el final del primer turno y el comienzo del segundo, al ser tan bajo el número de comensales iniciales, quedando el comedor rearmado completamente transcurrían unos 15 minutos que se tomaba el personal de Cámara para descansar, por ende el comedor quedaba totalmente solitario.-
Una noche, a manera de postre, se recibe procedente de cocina - ya cortado en las porciones justas para los dos turnos de cena – el famosísimo Postre Balcarce. Se le sirve a los comensales su partición - las porciones restantes para el turno del Capitán se guardaron en la heladera de la Repostería - vino el café, se fueron los comensales, se rearmó el comedor y el personal respectivo se fue a disfrutar de su cuarto de hora de “dolce far niente”.-
A las 20:00LT en punto reapareció el personal de Cámara y los nuevos viandantes fueron llegando y ubicándose. Pasaron los platos respectivos y se llegó al postre. Cuando se lo extrae de la heladera donde se lo había ubicado hasta ser servido se advierte que faltaban tres porciones… Y de cocina habían arribado en número justo pues habían sido controladas…
Algún glotón de la plana que ya había cenado se las había llevado. El problema era que de cocina descongelaban las postres en medida muy ajustada por aquello del “gramaje”.-
Menudo problema… nada menos que en el turno del Capitán iba a explotar esto. Serviría para bruto kilombo.-
Con buen tino el 1er Mozo bajó corriendo a la cocina y habló con el “Maestro” para ver si se podían rescatar tres porciones de algún lado. El 2º de Cocina se había ido a dormir temprano pues amasaba el pan y no se había servido la suya, más una sobrante de casualidad y la que no había consumido el mismo Mozo salvaron las papas.-
Todo el mundo con postre, todo el mundo tranquilo.-
Pasó una semana y se repitió el postre. Como el que se quema con leche ve una vaca y llora, prevenidos, los Mozos antes de irse a descansar esos minutos dejaron el postre no en la heladera sino en un tambucho con llave muy próximo al “salón de estar” de Oficiales donde se guardaba vajilla y todo lo referido a la asistencia gastronómica. En el piso de ese tambucho había dos cajones de Coca Cola mediana que se usaban para la atención de las autoridades en las entradas a puerto. Sobre el cajón superior que contenía sus respectivas 24 botellas quedó el postre Balcarce a la espera de ser servido a los comensales del segundo turno.-
A las 20:00LT se repitió la ceremonia y los viandantes se ubicaron para degustar las delicias con que ELMA nos agasajaba a los tripulantes. Ahora los Mozos estaban relajados, esta vez ya no faltaría ninguna porción ni habría que andar corriendo detrás de las mismas. La cena terminaría en paz…
Llegó el gran momento.-
El Ayudante de Mozo, llave en mano, fue al tambucho en busca del “desert” sureño, abrió la puerta, se agachó, colocando su mano izquierda por debajo retiró tirando con la mano derecha la mitad de la bandeja deslizándola sobre las botellas, cuando su mano zurda ya ocupaba una buena parte de la bandeja circular procedió a levantarla completamente. La bandeja era de cartón…
La falta ocasional del frío dentro del tambucho, más la humedad natural sumada a la que produce ese tipo de repostería a temperatura ambiente, hicieron que la rigidez de la susodicha bandeja desapareciera tornándola endeble e inconsistente. Si antes habían faltado tres porciones ahora – directamente – faltaba la mitad, una gran parte yacía en forma de migas sobre el sector de bandeja que sostenía la mano del Ayudante de Mozo y el resto, sin más opciones, en el piso del tambucho…
Eran sólo tres las porciones que habían permanecido más o menos indemnes, el resto parecía “Revuelto Gramajo”…
Se estaba en problemas
Las “familiares acompañantes” eran tres, coincidía su número con el de las porciones presentables, por lo tanto al ser protocolarmente las primeras en ser servidas comenzando por la esposa del Capitán, ellas no tendrían mayores problemas con su bocado correspondiente.-
En la Repostería la hilaridad trasuntaba los mamparos. La risa de los Mozos se escuchaba desde proa, algo debía estar pasando se murmuraba en la mesa de la plana mayor…
Servidas las señoras ahora había que comenzar por los señores, y nada menos que por el “four ribbons”…
El 1er Mozo no quería salir de la repostería, en parte por estar tentado, en parte por vergüenza.-
El que mejor se contenía era el Mozo de Oficiales, el que – aunque divertido – parecía que podría afrontar la situación, sin embargo su colega tuvo la infeliz idea de, antes que saliera con el plato llevando el postre devenido en una pila de Dogui con destino al Master, decirle lo siguiente : “…si el Capi te pregunta algo decile que es Postre Balcarce y que a él le tocó la parte de las sierras…”
Si antes había hilaridad en la repostería ahora las carcajadas atronaban mientras que – ignorantes de la situación - hasta se contagiaban los mismos comensales al oir a los Mozos en plena algarabía. El Mozo de Oficiales también desistió de su intento de servir ya que no podía contener sus lágrimas por la risa yacente.-
No sé si fue por lo que se tardó en llevarlo a la mesa o finalmente por la presencia del postre pero nadie lo aceptó y todos prefirieron ir directamente al café…
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