domingo, 30 de junio de 2013

GRACIAS SANDRA CORTES
EDIFICIO E.L.M.A


FRANZ, UN HOMBRE INOLVIDABLE

El 23 de junio de 1975 a las 9.30 de la mañana, con un susto tremendo y acompañada de mi mamá, llegue al 6º piso de Corrientes 389, a la Gerencia de Personal, con mis 18 años casi recién cumplidos. Fui destinada al sector de Liquidación de Haberes de Personal Embarcado en el 5º piso, bajo las órdenes directas del Jefe de Sector el Sr. Franz Bayer y el Jefe de División Liquidaciones el Sr. Rovitti. Mis compañeros de sector: Pérez , De Anna, González, Tallarico, Delia Rosas, Sara Nin, Maria, Carmen, Matuto Gómez, producto de la fusión de Flota Mercante y FANU, todavía marcando la diferencia entre las dos empresas, y así seguiría por los años de los años . . .
Mi ingreso en el sector, fue el primero desde la fusión, mis 18 años contra los 40 del más joven.  
No hace falta mucha imaginación para darse cuenta como fui recibida! Jajaja
Por ser la más joven y sin experiencia laboral, tuve una “marca personal” de mi jefe Bayer, quien aprovecho esto para enseñarme todos los trabajos del sector y como él decía “te voy a sacar buena” y así lo hizo.  
Franz fue un hito en mi vida, junto con las enseñanzas de mis padres, mi director de coro en mi infancia y adolescencia, me enseño tantos, pero tantos valores, que merece estar en el podio de mis afectos.
Un cascarrabias nato, testarudo y de carácter fuerte, pero por dentro un dulce de leche, de corazón grande como su empresa, sabio en el trato de sus subordinados, lleno de refranes y dichos camperos (tanto que pienso que El Martin Fierro y Segundo Sombra eran sus libros de cabecera) y un millón de virtudes imposibles de enumerar, pero por sobre todas las cosas NOBLE.
Seguramente muchos del foro lo recuerdan y sé que varios integrantes que son sus amigos desde hace tantos años seguramente no me van a desmentir!
Este prologo es para describir a una persona que, para los que trabajamos con él, nos ha llenado de un millón de anécdotas y situaciones inolvidables.
Como dije anteriormente, Franz estaba lleno de dichos y refranes, muchos de ellos estaban escritos a máquina en papelitos que ponía prolijamente debajo del vidrio de su escritorio.
El que más me llamo la atención en su momento, era uno que decía “A la mujer hay que pegarle todos los días, si tú no sabes porque, ella bien lo sabe. Proverbio árabe”
Siempre tenía un dicho para cada cosa, “Es la ley del gallinero, no jodas y trabaja!”
En 1980 después de mucho tiempo, pudo realizar un sueño, ir a visitar a su hermano Osvaldo Bayer (si, si, el escritor) a Alemania donde estaba radicado desde el inicio de la dictadura.
La mezcla de un nuevo proceso de liquidaciones por computación recién implementado y este viaje soñado lo tenía muy exaltado y ansioso, lo que hacía que estuviera a Full con su refranero.  Todos los que trabajábamos con él estábamos exigidos al máximo con el nuevo trabajo, y con Franz a la cabeza esos días eran una locura.
Llego un momento en que nos pusimos todos de acuerdo para llevar un registro de las cosas que repetía hasta el cansancio. Anotábamos todo, refranes, dichos, palabras sueltas que solamente él decía.
Fueron muchos días de anotaciones hasta que al final conseguimos armar un “Refranero Popular de Franz Bayer”.
Se lo regalamos antes de su viaje, junto con el festejo correspondiente a tan importante evento. Se emocionó mucho, se enojó un poco, lo disfruto sobre todas las cosas, eran “sus pollos” los que lo homenajeaban!
Este es mi humilde homenaje a la persona que me enseño a trabajar!

Sandra Cortes
Legajo 28220/2 

viernes, 28 de junio de 2013







FINES DE LOS 80 ,DESFILE DE LAS NIÑAS DE MAMA E.L.M.A EN LA ISLA DE A.P.E.L.M.A



HITORIA ENVIADA POR GRACIELA LAVALLEN






  • EN ESTA PEQUEÑA ANEGDOTA QUIERO TRAER A LA MEMORIA DE VARIOS COMPAÑEROS ADMINISTRATIVOS Y EMBARCADOS QUE LO VIVIERON DE CERCA
    A FINES DE LOS AÑOS 80 SE HABIA ORGANIZADO UNA IMPORTANTE FIESTA PARA EL PERSONAL DE LA EMPRESA Y NADIE TUVO LA MEJOR IDEA QUE ACOPLAR UN DESFILE DE MODA FEMENINA-MASCULINA, SORTEOS Y FINAL A TODO TRAPO CON CARNAVAL CARIOCAAAAA
    LO PRIMERO FUE SALIR A BUSCAR SPONSOR Y MARCAS DE ROPAS PARA PUBLICITAR LAS MISMAS, DENTRO DE LA ZONA, CONVENCER AL GRUPO PARA DESFILAR Y ORGANIZAR TODO EL RESTO, MUSICALIZADOR, CONDUCTOR ETCC
    DESPUES DE VARIOS ENSAYOS, LLEGO EL DIA MUCHAS GANAS JUVENTUD Y NERVIOS ERA LO QUE MAS NOS RODEABA, DADO QUE ERA NUESTRA PRIMERA VEZ PERO BUENO TODO SEA POR LA EMPRESAAAAAA
    RECUERDO QUE HASTA LA COMIDA FUE CASERA Y LA VENDIAMOS ENTRE EL GRUPO DE COLABORADORES COMO SANDRA CORTES, GABRIEL MELIAN, ETC.
    ENTRE LOS MODELOS ESTABAN LOS MUCHACHOS CARLOS SOLARI, NORBERTO DIAS, JOSE CHOUZA Y HECTOR AHNBERGGY. LAS NIÑAS SUSANA AVALOS, ALEJANDRA SOTO, ALICIA GIRI, NELIDA BRUGNOLA, FABIANA GAIMARO, ALICIA DI LASCIO CRISTINA LEDESMA Y QUIEN LES HABLA
    EL SEÑOR EDUARDO JONES FUE QUIEN HIZO LA APERTURA CON BELLISIMAS PALABRAS Y BUENO SE VENIAN LAS PASADAS Y SUS CAMBIOS, NO TUVE MEJOR IDEA PARA ROMPER EL HIELO QUE CAMBIAR LOS CAMBIOS DE ROPA DE LOS MASCULINOS- PANTALONES- Y MEZCLAR LOS ZAPATOS DE LAS NIÑAS, FUE UN
    CAOS
    RECUERDO QUE ELLOCUTOR-MUSICALIZADOR EL SEÑOR GABRIEL MELIAN NOS NOMBRABA Y COMO NADIE APARECIA PONIA MUSICA Y NOSOTROS ESTABAMOS ENLOQUECIDOS MIRANDO QUE NADA NOS QUEDABA BIEN, LOS PANTALONES PARA ALGUNOS HOMBRES ERAN MUY LARGOS Y LOS ZAPATOS A LAS CHICAS NO LE ENTRABAN EN FIN UN LIOOOO TOTAL
  • HABIA TAL ALBOROTO QUE ME HABIA TENTADO A REIR DE TAL MANERA QUE NO PODIA SALIR A DESFILAR, ES ASI QUE POR ELLO NO TOME CONCIENCIA QUE HABIA EMPEZADOO A LLOVISNAR, Y COMO LOS ZAPATOS ERAN NUEVOS EN LA PRIMERA PASADA DE UN RESFALON CASI VOY A PARAR ARRIBA DE UNA MESA, BUENO DESPUES TODO SIGUIO CON MUCHISIMA ALEGRIA HASTA QUE TERMINAMOS. EL MISMO CON SORTEOS Y CARNAVAL CARIOCA ADENTRO DE LA CASONA. AFUERA ERA UN DILUVIO, Y HABIA TANTA ADRENALINA QUE NOS OLVIDAMOS QUE LA LANCHA DE CRUCE SOLAMENTE PODIA ESTAR HASTA LAS 24,00 HS. ASI QUE TIPO 2 DE LA MADRUGADA YA NO TENIAMOS FORMA DE CRUZAR, DESPUES DE VARIOS LLAMADOS VINIERON CON UN LANCHON Y EL RIO SE HACIA SENTIR ,FUE MUY INOLVIDABLE ESTE RECUERDO, ENCIMA CUANDO LLEGAMOS A TIERRA ESTABA TODO INUNDADO CASI NO PUDIMOS LLEGAR A NUESTRAS CASAS, BUENO ESPERO QUE ESTA ANEGDOTA TRAIGA RECUERDOS INVORRABLESSSSSS
Gracias Capitan Juan Carlos Carrion
MENDOZA


Vade retro

Las estadias en Liverpool eran largas.-El acuerdo entre ELMA y las Armadoras británicas que venian al Plata, hacía que por lo menos 20 días estuviésemos en los viejos muelles, grises de humo y suciedad.-
 El “Reece’s”, bailongo de empleadas de tienda y secretarias de oficinas, podía ser un refugio nocturno a base del “one step” bailado a los saltos y té con leche.-Pero los muchachos, a pesar del idioma, siempre eran bien recibidos y hasta alguno hocicó con el cuento de la “girlfriend” ,sin entender que lo estaban casoriando en serio.-
 Los largos dias también servían para jugar al fútbol con algún otro contendiente barquero y ahí era donde tallaba la Misión del Marino.-
 Considerando que la principal expectativa de la Misión era salvar el alma de los pecadores marítimos que arribaban a sus costas, sin importar pelaje y color de piel, el “football” era un magnífico medio para alejarlos del vicio, labor esta facilitada por la poca o nula presencia del mismo en la zona.-
  Así que un mediodía del mes de junio de 1962, habiendo descartado ya la milonga, los perros y el turismo , invité a almorzar abordo, al Jefe de la Misión, con el pretexto de organizar un match con alguna tripulación tan embolada como la nuestra.-
  Vino el sacerdote, ansioso por cumplir su misión y pensando en donde iba a armar la misa después del partido.-
  Y ahí, en el comedor de oficiales, medio en cocoliche, medio en ingles lo estuvimos entreteniendo al padre hasta que comenzó el almuerzo.-
  En esa época, en los buques como el “Mendoza”, viejo Victory ex de pasaje, las costumbres seguian siendo las de FANU.-Mayordomo, mozo de Capitán ,mozos y ayudante.- Y en ese momento de la historia, al frente del comedor estaba el mozo del capitán.-
  Alto, mediana edad, ascético y de pocas palabras, pero de una cultura ajena a los barcos.-
   Se decía que había sido mayordomo en la Estancia de los Guerrero, cerca de Ostende en la Provincia de Buenos Aires.-Algo de eso había, porque charlando en un raro momento, me explicó de que modo y abriendo tranqueras , podía cortar camino hasta la vieja Estación de Juancho y llegar mas rápido a la Costa.-
   Y lo otro, que si era cierto, es que su cultura debía mucho al hecho de haber sido Seminarista.- Conocía de filosofia, de  arte, de música y de idiomas.-
  Y cuando divisó al sacerdote, al sencillo párroco de la Misión, se le acercó y sin más le espetó:
-¿.-Pater, tu comedes panem?.- O algo por el estilo, en un latín eclesiástico que dejó mudos a todos en la mesa.-
   Al cura también, que se había quedado sin palabras en ese idioma u otro similar y balbuciendo en su Ingles portuario acertó a decir que no hablaba latín.-
  El partido me parece que se jugó.-
 
  El cura no apareció nunca mas.-

jueves, 27 de junio de 2013

publicada por es Capitan Juan Carlos Carrion
TIERRA DEL FUEGO II
ALMERIA EX TIERRA DEL FUEGO
El viaje comenzó dando la razón al nombre del buque. En el puerto de Buenos Aires en una tórrida mañana de finales de diciembre del 78 y a poco de terminar la estadía, la humareda que salía de la bodega cuatro del “Tierra del Fuego II” sospechaba de quemazón a lo grande.

El algodón chaqueño no había soportado tan bien el viaje húmedo en las barcazas fluviales y ya estaban todos con las mangueras y los matafuegos.

Durante un mes entre la gente de abordo y algunos de la Empresa se estuvo tratando de que el interior volcánico de la bodega tres, con sacos de harina de carne, copartícipe en el siniestro se diese por vencida mientras se extraía y limpiaba la cuatro de los restos de fardos y algunas chapas de entrepuente.

Salió el buque una mañana de febrero luego de las fiestas, el año nuevo y las vacaciones de otros, sobre todo de las Gerencias. Frias las estructuras, los planos volaron a Tokio y los de allá construyeron los entrepuentes retorcidos y las columnas mal entrazadas, mientras se recorría el habitual itinerario de Sudafrica,Singapur y Hong Kong hasta Japón

Algo había cambiado.

Los tripulantes y las mujeres.

De algún lado habían salido. Había Medica, una Pilotín Comisaria, la Esposa del 1er Oficial, la del tercero, la del segundo maquinista, la del Comisario, y el Capi no quiso saber si entre el resto del rol había alguna otra porque el viaje con reparación incluida iba a ser muy largo.

Los que creían pasar las fiestas en el mar optaron por tomarse sus vacaciones luego del largo mes y como siempre en esa época del verano la Oficina de personal no tuvo muchas opciones; futuros abogados y señora, relevo en puerto agarrado dormido pero con perro incluido y así hasta completar la dotación.

Y el que desataba el paquete en navegación.

El Capitán.

De a poco la gente se vá conociendo en esas jornadas de salida pero.

No todos los dias el Capitán recibe en su Salón al Cocinero y menos si este dice ser ruso y descendiente de los Romanoff. Alto, tipo cosaco con alamares y una olla con humeante “goulash” pero no húngaro, como ofrenda para el Gran Jefe, es decir el Capi que no sabe si esconderse, probar de la olla para ver si está bien de papritka que el también sabe o desembarcarlo ahí mismo por tentativa de cohecho gastronomico.

Ese es el Cocinero. Y el Radio, eh, venido de una empresa desconocida, gran recitador de poesias propias sobre todo subidas de tono y dedicadas a la matrona médica. Y ese es el radio. Y en la redada portuaria cayó también el segundo Cocinero, famoso, en el barrio, por conocer por el olfato un Bourbon de un KentuCky y eso mientras saborea un Fundador. Y ese es el otro cocinero.

No sigamos.

La troupe de fin de año en un buque de ELMA.

De un modo u otro el buque llega a reparar a Tokio. De a poco los matrimonios y el resto se han ido acostumbrado a la convivencia de un viaje por mar. Pasaron algunos puertos y algunos dias. El monzón del mar de la china no apareció y el Capitán sigue agradeciendo por el buen tiempo y la buena convivencia al Gauchito Gil y a la Difunta Correa aunque en esos mares mejor sería Buda y otros.

Pero el fuego que latente invadió los fardos en diciembre está haciendo estragos en algunos cerebros. Y un día del invierno nipòn la tragedia, mejor dicho el grotesco pirandelliano se acercó al camarote del Capitán en la forma de la Médica.

-Capitán , el cocinero ruso- aquí voz de falsete.-anda por los pasillos desnudo en calzoncillos- voz de vodevill- con un cuchillo en la mano persiguiendo arañas rosas...voz de Crónica TV y portazo de la puerta del salón del Capi luego de sus últimas instrucciones antes de buscar la reglamentaria.

- Usted es la Jefa de Sanidad. Hágase cargo. Plum!

En Japón un tripulante no puede ser desembarcado por delirio tremens pero si por algo menor, así que el aristócrata de la cocina bien drogado y luego de no haber conseguido ensartar ni a una cucaracha despensera fué internado y nunca mas se supo.

Salió el “Tierra del Fuego” y antes de llegar a Kobe el ayudante de cocina se había despeñado por la escalera hacia la frigorífica mientras celebraba “in situ” su repentino ascenso.

Bien para la Médica, ya que tenía a quien atender en la enfermería y poder calmar su propio stress post atención de un paciente con delirio tremens.

Un aprendiz de máquinas se ofreció a colaborar con el Cocinero restante, encumbrado ahora como Jefe y segundo y así pelando papas tomar un poco de fresco lejos de la cháchara familiar entre las esposas de maquinistas en la Consola adornada con mantelitos del Cabo.

Pasaron Corea del Sur y un cachito, solo un cachito antes de Singapur el experto en Bourbon, Kentucky y ahora también Sake tuvo su gran ataque de cirrosis. Fondeados lo vimos partir en una lancha de la agencia con diagnostico de apendicitis porque en esa zona de la Sumatra no quieren desembarcos por uso indebido del Fundador. Y nunca mas se supo.

El motín de la “Bounty” fué por la comida no?, la del “Caine” porque el Comandante racionaba el helado, la “Mary Celeste” no se sabe porque no había nadie pero si comida.

Y al Capitán del “Tierra del Fuego” no le alcanzaba el tiempo en puerto para conseguir que le enviaran a tiempo cocineros desde Puerto Nuevo y los ofrecidos en ese mercado oriental solo sabían de rodajas de boa marinadas en salsa de soja.

Y a grandes males, grandes remedios.

El equipo designado para mantener el orden gastronómico abordo y no llegar al motín estuvo formado por: dos marineros que se ofrecieron para organizar un surtido de “ sota, caballo y rey” hasta llegar a Durban doce dias después y solo hasta ahí. El primer oficial y señora, expertos en farinaceos varios que incluian pizzas y panes. El aprendiz de máquinas que todo este tiempo estuvo haciendo de peón de cocina y ya sabía de bifes a la plancha. La Médica como controladora de que nadie fuese envenenado, la Pilotin Comisaria en la parte administrativa y el Capitán como creador del Menú.

La parte mas difícil fué sacarle al Comisario las llaves de la Despensa y Frigorífica, de los dedos agarrotados mientras exclamaba algó asi como:

-El racionamiento, me van a matar en Aprovisionamiento, los menues, el gramaje, el jamón crudo...

De a poco el equipo comenzó a funcionar mientras el buque remontaba el norte de Sumatra y enfilaba para el lado de Madagascar en su búsqueda de Durban. El primer y segundo servicio fueron desordenados pero al pasar de las horas se fué notando un cambio sustancial en las mesas y en los humores de la gente. Platos no vistos abordo, las heladeras de las reposterías siempre llenas de fruta y fiambres y ya ninguna guardia tenía que embagayar alguna mortadela para ir tirando durante la noche y aparecieron los limones para el té en el Puente y la Consola y hasta un martes hubo tallarines amasados al huevo, obra maestra de la esposa del 1er. Oficial pero esta vez a costa de mas Valium para el Comisario que no entendía ese refrán gatronómico de “un tripulante un huevo” considerando la presencia de cuarenta almas famélicas que batían las mandíbulas a todo tren como esperando el día en que no quedase nada en la Despensa. Y un nuevo ataque de desesperación pensando en las paredes vacías de la frigorífica al llegar a Buenos Aires y de la gente de ahí mirando el vacío con expresión rutinaria sin entender ese balbuceo de:

-...el Capitán, me sacó las llaves, me usó el jamón crudo...hablaba de motines por el morfi...

Pero estos tíos eran duros de piel y sobrevivió hasta Durban donde aparecieron los del 71 de Caballería a salvarlo a él y a las planillas de racionamiento.

Los cocineros enviados por personal embarcado estaban en el muelle, fueron de los primeros en entrar a la cocina con sus herramientas, cuchillos y chairas en sus bolsos de viaje, y al presentarse ante el capi se oyó un lejano trueno que se transformó en el aplauso de toda la tripulación.

Y volvió todo a la mas absoluta tranquilidad, el marinero a la maniobra, los cocineros a cocinar, el Comisario a colgarse las llaves al cinto y cuidar su fortaleza como Barrabás, las esposas a sus tejidos y como dicen :cada mochuelo a su nido. Y a su debido tiempo y con suerte el “Tierra del Fuego II” llegó a Buenos Aires una tarde de junio.

ELMA se portó con los suplentes de cocinero y les reconoció un premio especial en dólares y además una nota en sus legajos por haber colaborado en salir de esa tan delicada situación.

Tiempo después, mi tío, que fué uno de los partícipes de lo aquí relatado me contó que en realidad el aplauso de los tripulantes en Durban fué para el equipo de Capitán, primer oficial, esposa, médica y marineros para que no se fueran y siguieran cocinando, porque nunca, pero nunca, la habían pasado tan bien.
         CAPITAN JUAN CARLOS CARRION

martes, 25 de junio de 2013

gracias PICA  PALO  MUY BUENA
CATAMARCA II

CATAMARCAII
De Tercer Oficial y vino tinto...       

Hace poco hablábamos con el Capitán Cecchini de las diferentes guardias de navegación, tareas específicas y demás funciones de los Oficiales de Cubierta. Bien describió el Capitán en apretada síntesis cuál era el rol interpretado por cada uno.-

Hoy, para encuadrar mi relato, voy a referirme al caso específico de lo inherente al 3er. Of. De Cubierta y su accionar en el marco de lo que fue un caso verídico y específico.-

Corría el año 1987, era un buque de ELMA afectado históricamente a la línea Lejano Oriente, en el mismo embarca Capitán de relevo y también lo hacen 1er y 3er. Oficial de Cubierta por francos de los titulares. El “Tercero” era un muchacho joven con poco tiempo luego de recibido y – por ende – aún menos singladuras.-

Este “Tercero” era un joven con un singular nivel de cultura y un grado de inteligencia en concordancia. Su apellido era de origen ruso, idioma que hablaba, leía y escribía a la perfección. Su padre se desempeñaba en el mettier periodístico pero no recuerdo con precisión cual era su función específica. Su entorno se adivinaba como el de alguien formado en un nivel medio superior cuando mínimo. Y encima era muy amable y educado, a la par de que se lo veía libre de cualquier prejuicio.-

Cuando zarpamos de Buenos Aires, el 3er Oficial aludido dejó ver unos principios fuertemente arraigados en lo que hace a la relación laboral conchabado-conchabante, su natural testosterona hizo que adquiriera una posición irreductible y - autoconvencido de que un hombre para trabajar debe dedicarle sólo ocho horas diarias de su vida a su labor - se negó a hacer horas extras, quizá pensando que el resto de sus colegas lo imitarían en su gesta y la plana se sumaría a su reclamo. Obvio que su actitud quijotesca hizo que terminara más desubicado que Ricardo FORT un 1º de Mayo...

Las cosas se empezaron a poner tensas. El jovencito cumplía sus dos guardias de navegación de cuatro horas cada una y el resto del día - como gallina en el nido - hacía “huevo”.-

El tema era que todo lo referido a las cuestiones de los elementos de salvaguardia y seguridad, ámbito cuya atención generalmente le está destinada a esta jerarquía en los espacios donde se generaba el “over time”, pasó a estar completamente desatendido.-

El Master empezó a inflarse y las discusiones arreciaban, para colmo sus pares lo miraban como si de repente su vestimenta lo asemejara a un zorrino, pocos se le acercaba y llegó a almorzar y a veces cenar en solitario por el éxodo del resto de la oficialidad a los turnos opuestos.-

Las cosas iban cada vez peor.-

Para quienes hayan leído mi relato anterior sobre mi caries atendida en Hong Kong les cuento que el presente es coincidente con dicho viaje. Y fue justamente en Hong Kong donde el Capi le metió un fulbo al joven “Tercero” mediante el cual terminó aterrizando en Singapore y de allí continuó viaje como “repatriado” en un buque hermano hacia BAires.-

El relevo sería enviado a un puerto de Japón, lo cual significaría que por un espacio de una semana a diez días habría un oficial de cubierta menos. Las tareas de puerto se repartieron entre el 1º y el 2º. La guardia de navegación fue atendida por el mismo Capitán.-

El plantel de “Marinería” - como solía ser en ELMA - estaba formado por un simpático mosaico étnico variopinto que le daba color vivo a la comunidad flotante. Dentro del mismo había un Marinero de unos 45 años aproximadamente, su aspecto lo remitía a alguien de 60 años dado sus largas mareas cumplidas en la pesca cuyas consecuencias se habían perpetuado en su piel, sus huesos y su salud. Sumado a ello una espesa barba negra y su físico - aunque ajado - aún morrudo, recortaban su figura como un bucanero de “Barba Roja”. Este pirata aggiornado - cuyo apellido verdadero por delicadeza no mencionaré - era un muy buen tipo. Pero - siempre hay un pero - arrastraba una costumbre no muy ventajosa desde tiempos anteriores...

Noche calma de navegación, guardia de 20:00hs a 24:00hs o sea turno del 3er Oficial, posición bajada en Mar de la China rumbo a Japón luego de haber dejado Hong Kong atrás y allí al “rebelde con causa”. En el puente el Capi en funciones de “Tercero” y nuestro amigo bucanero al que le daremos cualquier apellido para identificarlo en el relato, por caso sea “García” quien tenía como función otear el horizonte en busca de obstáculos a la navegación. Ambos radares encendidos, piloto automático en “ON”, velocidad aproximada 14knts.-

La jornada en sus postrimerías era inmejorable, el puente - totalmente a oscuras como corresponde - resultaba tenuemente iluminado por Selene que se filtraba por los parabrisas y las aberturas de los alerones. La secuencia de barrido de los radares eran monótona alterándose sólo ante su paso por la “línea de fé” sin mostrar “target” alguno. La mar estaba serena, serena estaba la mar.-

El “Comandante”, como gustan definir en Brasil a los Capitanes Mercantes, era alguien inquieto por naturaleza. Siempre tenía algo en qué ocuparse, y si no lo tenía hurgaba en procura de algún motivo para levantar un sumario. No era mal bicho, pero le encantaba esa cuestión de erigir estrados, destacar un “Sumariante”, el que en verdad no era más que un “Escribiente”, y - posiblemente interpretando que se instituía en un “Magistrado” al ser la máxima autoridad a bordo y encima se lo denominaba “Master” lo que lo ubicaba a pocas letras de ser “Magistrado” - comenzaba con las ruedas de interrogatorios después de haber detectado una causa que le permitiera ejercer su espíritu de señoría de primera instancia barrial fracasado.-

Pero en este viaje ya había tenido oportunidad de aporrear el teclado de la Olivetti en un par de ocasiones. La más rimbombante fue con el “Concejo de Oficiales” formado a consecuencia del díscolo tercero, más otro bolonquete previo que tuvo lugar en aguas criollas a la partida de BUE en viaje hacia Puerto Madryn que involucró a un Oficial y a personal de Cámara. A consecuencia de lo anterior ya había roído bastante hueso gastando colmillos, así que a esa altura del viaje sus ansias estaban satisfechas y su adrenalina prácticamente agotada.-

Calma chicha. El silencio en el puente de mando era atrevidamente alterado por el tenue silbido de la fuente de los radares y la potencia de las “magnetron” en su tarea de empujar las ondas por sus guías hasta las antenas rotativas. El radiograbador, que con las otras dotaciones siempre estaba sintonizando alguna estación comercial de broadcasting en FM que osara adentrarse aguas adentro o en su defecto corriendo la cinta de algún cassette con intérprete a gusto de la dotación “on duty”, ahora guardaba respetuoso silencio ante la presencia del “Magister” abocado a la conducción de la nave. El equipo de VHF, clavado en los 156,800 mHz del CH16, se mostraba totalmente inactivo. Nada había que pudiera alterar la paz de ese templo náutico. -

El Capitán alternaba entre la sala de derrota y el propio puente, cada tanto pasaba por la cafetera y se servía un pocillo de la más popular y difundida de las infusiones en todo el mundo ya que era adicto a la misma. Encima en un acto de arrojo “mamá” ELMA en BAires nos había provisto en despensa de “coffe beams” provenientes de Colombia traídos por algún barco de la familia que tocaba costas de ese país, el que era muy superior al que embarcábamos en Santos para aprovisionar flota y edificios empresariales respectivos. Después de todo no estaba tan mal recordar épocas post-pilotinianas reflexionaba el Master. Pasados los escollos de los sumarios iniciales - que en verdad para él eran un entretenimiento - las cosas habían quedado bien consolidadas on board, a disfrutar entonces.-

El soliloquio del “four ribbons” de repente se vió quebrado por un ruido. Un ruido raro. Nada en el ámbito del alojamiento de la rueda de cabillas podía ser relacionado con ese ruido. Qué habrá sido...? Pero ante la ausencia de repetición sonora nuestro mandamás volvió a su autoinmersión mental. Y el ruido regresó...

El Capi recorrió lentamente con la vista el territorio del puente de mando. Inmediatamente detrás de él estaba la puerta de salida hacia el alerón de Er, la misma estaba bien asegurada por ende no podía moverse ni sonar de modo alguno. Al margen de que la nave se deslizaba como un cuchillo caliente en un pan de manteca en un mar más llano que una autopista, eso hacía que la medida de rolido y cabeceo diera resultado “cero”. Igualmente, insistía, ese ruido no se compadecía con nada relacionado a la rutina del puesto de comando. Siguió mirando en búsqueda de algún elemento suelto que pudiese generar esa sonoridad opaca pero el resultado fue negativo. Se acercó al VHF y abrió el control de “squelch” ingresando el soplido natural de la banda en reposo pero con total ausencia de modulación. Continuó la recorrida con la mirada apreciando que lo único que alteraba el diseño normal del puente era la figura del Marinero García, el cual se encontraba de pié frente al parabrisas del lado de Br manteniendo sus brazos cruzados y apoyados sobre el tablero ligeramente encorvado hacia adelante con la vista orientada a fil de roda. Terminó de escudriñar el predio sin encontrar la fuente de su desvelo.-

Sin bien le daba lugar a pensar que fuese algo que “le hubiese parecido”, el Capitán permaneció atento como un fox terrier de pelo corto al aguardo de ver la laucha que sabe que en algún momento se va a mostrar. Y no se equivocó. El “ruido” volvió. Y más intenso y extenso que antes. Y venía de la banda de Br...

El Capi no medía más de 1,70 de altura, abdomen prominente, piernas cortas, es decir nada que llevara a relacionarlo con un deportista. Salvo cuando lucía su uniforme “blanco tropical” con shorts y medias al tono que - en momentos que no lucía gorra - lo remitía a un “balls boy” de Wimbledon. Sin embargo, ante la repetición sonora, en dos zancadas dió la vuelta al pupitre del radar de Er y salió disparado en dirección a donde suponía que se encontraba la raíz de su inquietud.-

Llegó al lado del Marinero García, el cual conservaba la posición antes descripta, con el agregado que su pera descansaba sobre sus brazos cruzados y su cara dirigida a la proa del navío. Ni bien el Comandante se plantó al lado del pseudo griego el ruido fluyó alcanzando mayores decibeles. Ya no había dudas, no eran “ruidos”, eran RONQUIDOS...!!! Y muy profundos...!!! Y quien los emanaba no era otro que el Marinero García...

El Master no podía dar crédito a sus ojos... cómo podía mantenerse en pié, por muy apoyada que tuviese su cabezas sobre sus brazos y éstos sobre el tablero, estando tan dormido?

“García...!” fue imperante el Capitán sin tener resultado.-

“García, despierte!!!” Insitió con mayor énfasis el Master. Allí el conminado emitió un murmullo inintelegible lo cual hizo que la conminación se le repitiera...

Ante la insistencia del máximo oficial García masculló más claramente, llegándosele a entender : “...la uva, la uvita...!” lo cual repetía cansinamente ante cada intervención del Capitán, a la par de que un fétido hálito etílico acompañaba el decir del bello durmiente...

Cuando - por fin - se lo pudo sacar a García de su sopor de color tinto, fue enviado a despertar a otro Marinero en condiciones que lo relevara en las funciones de la guardia de navegación, acto seguido se fue a dormir la mona.-

Zás! Dijimos todos cuando nos enteramos de los pormenores del caso. Se viene más trabajo para la Olivetti que ya estaba de vacaciones, pensamos en simultáneo. Y va a haber un nuevo expulsado con tarjeta roja y desembarco con un fulbo en el fin de la espalda como ocurrió con “rebelde way” en HK fue la reflexión común...

Nos equivocamos. Y muy fiero.-

El Capi lo citó en el camarote a García al otro día y le dió shampoo y crema de enjuague al mejor estilo Giordano, creo que le hizo pelo y barba, de donde salió diciendo “moviendo las cabezas”. Contradiciendo incluso los mejores pronósticos no hubo sumario y mucho menos desembarco de oficio. García siguió el viaje redondo con nosotros.-

Dicen que para hacer pasar una buena curda no hay nada mejor que un buen susto... En el resto del viaje García se volvió un cultor de las gaseosas...     
                                                  Pica Palo  junio 25 de 2013

domingo, 23 de junio de 2013

VIAJE POSTUMO DEL RIO CALCHAQUI       gracias MARIO LORENZO TOGNO
RIO CALCHAQUI

RIO CALCHAQUI
CAPITULO I “…una carguita…”
                       Corrían los últimos días de diciembre de 1986, ante la convocatoria por medio de un “telefonograma” - como era habitual en razón a que residía en el interior - me presento en la oficina de “Personal Embarcado” de ELMA sita por entonces en Puerto Nuevo justo en la puerta del “Acceso Maipú”, al interrogar a los muchachos sobre buque y destino me informan:
 “…te vas en el Río Calchaquí…”
 “…en el Calchaquí..? pero no está en amarre definitivo???...”  fue mi respuesta…
 “…sí, pero lo sacan a hacer un viajecito corto, llevan una carguita a Polonia y vuelven…”
 fue lo que me manifestaron;
                       El 2 de enero de 1987 me apersono ante el Comisario Héctor FROIZ y le entrego mi papeleta de embarque; el buque se encontraba en amarras a popa de su hermano gemelo “Río de la Plata” en el Dique 4 – margen oeste – de Puerto Madero, justo detrás del edificio “Guardacostas” de la PNA; el Capitán era Oscar Diego BARCELÓ, y las tareas a las que había que disponerse en primer término eran las de proceder directamente a su “rearmado” ya que, visto que había sido enviado al amarre para su venta, no contaba ni con los mínimos servicios a bordo, como así su stock de repuestos había sido transferido paulatinamente a sus dos gemelos, o sea el antes mencionado “Río de la Plata” y el “Río Paraná” aún en navegación.-
                       Los primeros días fueron de muy poca actividad para los tripulantes que íbamos embarcando progresivamente puesto que ni siquiera la cocina estaba activa, las mayores tareas las llevaban a cabo las cuadrillas de tierra, Ranchines y talleres particulares efectuando los reaprovisionamientos y alistamientos mínimos; en cercanías del 15 de enero - mediante el uso de dos remolcadores únicamente atendiendo a que aún “Máquinas” no estaba en condiciones de marcha - se efectúa un movimiento dentro del mismo Dique 4 emplazando la nave en la rivera opuesta para así disponerla a las tareas de carga de bodegas.-
                       La “carguita” que me habían manifestado en “Personal Embarcado” no era otra cosa que – si mal no recuerdo – tres mil toneladas de “negro de humo” a granel, carga que por sus particulares características ninguna otra empresa naviera aceptaba tomar si no se la suministrada “palletizada” o consolidada en contenedores, pero de ninguna manera en  la modalidad “a granel”, la misma llevaba como destino el puerto de Gdynia en Polonia.-
                       Para aquellos que no conocen el “negro de humo” les comento que se trata de un polvo negro, grasiento y sumamente volátil, su uso - entre otras cosas - está dado en la confección de tinturas y similares.-
                       En la rivera este del Dique 4, a la par de continuarse con los trabajos de armado, reparaciones, alistamiento y aprovisionamiento de la nave, discurrían las tareas de la carga de la mercadería descripta, paralelamente se iban recuperando gradualmente los servicios de a bordo, así se pudieron comenzar a utilizar los sanitarios, la cocina cobró vida, etc, etc;
                       Como era habitual se empezaron a barajar fechas de zarpada, las mismas se preveían en un principio para el 21 de enero, las que se fueron corriendo en lapsos de 48 horas hasta que – por fin – el 27 de enero de 1987 el “B/M Río Calchaquí”, señal distintiva “LQRC”,
Matrícula “2250F”, resucitando a la vida soltó amarras y “sopló” máquina poniendo proa hacia el antepuerto en búsqueda del canal de acceso.-
                       Por causas que ignoro, la performance demostrada al pasar por el  puente de la Avenida Córdoba fue bastante poco lucida, ambas bandas del Calchaquí golpearon sobre las márgenes llegando a desarmar un par de las defensas que se habían lascado por la borda, al extremo de casi detener la navegación por los golpes y el rozamiento; estas circunstancias dejaron huellas en el casco que actuaban como admonitorias de lo que en definitiva resultaría siendo el viaje en su totalidad…
 
B/M Río Calchaquí en Koege (Dk) (copia cedida por otro tripulante)
 CAPITULO II …tour “extended range”…
                      Pocos días antes de lo que fue la zarpada ya se tenía conocimiento que la misma no sería directamente hacia Polonia en razón a que había surgido una carga de aluminio en lingotes desde Puerto Madryn con destino a Leixoes (Portugal), en virtud a la disponibilidad de espacio existente se incluyó esta alternativa, así que saliendo de Buenos Aires nuestro rumbo fue hacia el sur.-
                      La permanencia en el muelle de Aluar para embarcar el aluminio fue de no más de 48 horas, cumplido lo cual procedimos hacia Portugal; sin embargo estando al través de Buenos Aires un radiograma le indica al Capitán poner rumbo a Ilheus (Br) con el cometido de embarcar manteca de cacao palletizada en bodega con destino a Rotterdam (Hol), cosa que vino al pelo para aprovechar unos días en las hermosas playas que allí existen.-
                        Atendiendo a una falla en uno de los cilindros del motor principal, conciábulo mediante entre el Capitán y el Jefe de Máquinas, se decidió que al alcanzar la línea del Ecuador, merced a ser generalmente una zona de aguas calmas, quedaríamos al garete por unas doce horas aproximadamente para proceder al reemplazo de un pistón, cosa que así se realizó; mientras duraban las tareas en Máquinas el Ayudante de Cocina quedó de guardia para proveer la cena al personal afectado cuando finalizaran las tareas, como la cosa venía demorada este muchacho – aburrido en su espera – se fabricó un enorme anzuelo, le colocó un delgado cable de acero como principio de línea, luego restos de un cabito de bola y encarnó con trozos de carne sanguiñolentos, en algo así como 15 minutos picó un hermoso cazón, poco rato después éste se transformó en “chupín de tiburón”, una verdadera exquisitez, mientras que los trabajos en máquinas demandaron en total 14 horas.-
                         En rigor a la verdad debo decir que los que estábamos acostumbrados a navegar en cascos “caja de zapatos” como los del tipo “Catamarca II”, “Santa Fe II”, “Jujuy II”, etc,  y a velocidades promedio de 13 nudos  (ni hablar de los SD14 !!!) el estar a bordo del Calchaquí era como navegar en un yate, verlo alcanzar los 18 nudos con suma facilidad era algo increíble, por eso, pese a que el mismo al momento de su rearme llevaba como seis meses en amarre convertido en un patacho, sin atención de ninguna naturaleza ni ningún tipo de mantenimiento, como así también que su puesta en marcha fue completamente liviana “…total llevan esa carguita a Polonia y en 40 días están de vuelta…” reconozco que era “UN BARCAZO” con mayúsculas digno de los mayores reconocimientos.-
                      A la zarpada de Ilheus ya se comentaba que tendríamos otros puertos de escala una vez arribados a Europa al margen de los de descarga, por tal causa – manteniendo Leixoes como el primer “call port” – luego siguieron Santander y Santurce en España, Bordeaux (Burdeos) y Le Havre en Francia, Antwerp (Amberes) en Bélgica, Rotterdam en Holanda, Bremen y Hamburgo en Alemania Federal (el muro aún no había caído); digamos que a esta altura ya habíamos pasado a ser un barco regular de línea, lo que para ser sincero no nos molestaba en absoluto.-
                       Cuando digo que no nos molestaba lo hago en plural con total convencimiento puesto que el Jefe de Máquinas (Claudio Bottari) viajaba con su esposa y sus dos hijos - uno de ellos un bebé de meses - el Segundo Oficial de Cubierta  (Herrero) hacía lo propio con su esposa, el Comisario FROIZ lo imitaba; por su parte el Primer Cocinero (Volpini) llevaba a su esposa y un hijo, y si mal no recuerdo el Primer Cabo de Máquinas otro tanto, digamos que más que el “Río Calchaquí” era el “Pacific Princess”, uno de los buques en que se filmó “El Crucero del Amor”…
 
 Bremen con nieve (propiedad de la foto Mario A. LORENZO TOGNO)
 CAPITULO III “The North Sea Pilot”
                   Las estadías en los puertos eran muy generosas, pero en la medida que escalábamos en latitud el clima se iba endureciendo; a la partida de Hamburgo nuestra derrota fue por el Canal de Kiel para acceder al Báltico, la navegación por esas aguas en movimiento – no obstante a mostrar maravillosos paisajes – dejaba ver grandes masas de hielo flotante procedentes de dicho mar; previamente en Cherburg habíamos embarcado al “North Sea Pilot”, el mismo era un alemán de apellido “Kordst”, viejo conocido de todos los Capitanes efectivos en la línea; este “Pilot” hablaba en “argentino” a la perfección más que en español, era habitual escucharlo referirse a uno como “…che boludo… como lo más natural del mundo, paralelamente era el terror de la “representación” de los Capitanes, en los momentos que tenía libres y coincidían con almuerzo o cena Kordst le rendía culto a la Difunta Correa dejando varias botellas de vino tinto vacías tras su paso…
                  Recuerdo que al Capitán Barcelo le habían sido obsequiadas antes de la partida de Buenos Aires varias cajas de 6 botellas c/u de una edición limitada y numerada de Cavernet-Sauvignon NAVARRO CORREAS, las mismas venían con un “posa botella” de cuero, algo muy vistoso, de esas cajas creo que Barceló llegó a degustar una sola, el resto corrió por cuenta del alemán…
 
  Navegando por el Canal de Kiel (autor de la foto Mario A .LORENZO TOGNO)
                  Una vez dentro del Báltico el primer puerto fue Uddevalla en Suecia, de allí continuamos a Koege en la vecina Dinamarca; la porción de navegación interior por los fiordos realizada entre estos dos puertos puedo asegurar que resultó ser de ensueño con paisajes únicos dignos de las mejores postales.-
  Nueva vista del Canal de Kiel (autor Mario A. LORENZO TOGNO)
 Río Calchaquí por Canal de Kiel rumbo al Báltico (autor Mario A. LORENZO TOGNO)
                       Koege resultó ser un lugar maravilloso y acogedor que contradijo la idea del gélido modo de ser que se les atribuye a los escandinavos; en este puerto por entonces las maniobras de atraque y zarpada se efectuaban con la propia máquina de la nave ya que no se contaba con servicio de remolcadores; si bien el muelle era amplio la existencia de pesqueros y embarcaciones menores surtas en el mismo obligaban a un máximo cuidado en los procedimientos que hicieron que – pese al intenso frío reinante – el Capitán Barceló transpirara profusamente en ambos casos, por mismas causas allí los tiempos de maniobra se veían incrementados con relación a otros lugares de similares características pero operados con auxilio de “tugs”.-
 
  Muñeco de nieve a bordo en Bremen (copia cedida por el Comisario Héctor FROIZ)
  
Finalizando Canal de Kiel (autor Mario A. LORENZO TOGNO)
 CAPITULO IV “no cantes, hermano, no cantes que Moscú está cubierta de nieve…
  Habiendo zarpado de Koege lo hicimos rumbo a Leningrado (hoy San Petesburg nuevamente) en la antigua URSS, pero ya sabíamos que debido al espesor del hielo sólo llegaríamos hasta un “meeting point” desde el cual proseguiríamos asistidos por rompehielos.-
 
 B/M Río Calchaquí amarrado en Koege (Dk) (autor de la foto Mario A. LORENZO TOGNO)
                 Cuando arribamos al lugar de encuentro se radió nuestra posición recibiendo orden de aguardar allí hasta nuevo aviso; en esas coordenadas ya había dos buques aguardando con anterioridad la misma prestación que recibiríamos nosotros, sólo que para desplazar el rompehielos – servicio que corría a cargo del puerto de Leningrado para mantener su operatoria en época invernal – era necesario contar con un número considerable de vapores en ingreso que justificara ese desplazamiento, al margen de que el tiempo de navegación era de algo más de dos días cruzando en convoy todo el Golfo de Finlandia.-
 
 B/M Río Calchaquí en Mar Báltico aguardando rompehielos  (copia cedida por otro tripulante)
                        Al quinto día de encontrarnos aguardando la llegada del rompehielos recibimos la buena nueva de que en pocas horas se haría presente el “Krasin” en nuestra búsqueda, a esa altura ya éramos 16 los navíos en stand by para conformar el convoy; a lo largo de ese tiempo de permanecer estáticos en el hielo, todos los buques junto con la compacta masa de agua helada, habíamos derivado unas 30 millas de lo que fue el meeting point original, los barcos parecían macetas enterradas en el hielo blanco.-
                       La decisión de enviar el Río Calchaquí con esta carga al Mar Báltico no sólo obedeció a lo aborrecible de esta carga que se metía por todas las rendijas del barco, por todos los conductos y por cuanto lugar permitiera el ingreso de aire; este grasiento polvillo se impregnaba en toda la estructura del navío como así en la ropa, en los cubiertos, en las herramientas, literalmente contaminando y llenando de mugre TODO sin excepción; pero decía que la elección también recayó en él en virtud a que carecía de proa de bulbo y a la forma de su casco que lo hacían ideal para navegación en zona de hielos de gran espesor como la que nos tocó y que se podía admonir en virtud a la época del año en que por allí transitaríamos.-
                       Cabe destacarse que a lo largo de nuestra permanencia encorsetados en esa capa helada - una vez por la mañana y otra por la tarde - se daba máquina adelante y máquina atrás, si mal no recuerdo para evitar la adherencia del hielo al casco, los habitués de zonas heladas sabrán con mayor precisión a qué obedecía esta maniobra; pero es fundamental tener muy presente esta metodología para entender lo sucedido tiempo después.-
  
Río Calchaquí atrapado en el hielo esperando rompehielos  (copia cedida por otro tripulante) 
                      La posición que nos fue asignada en el convoy se ubicaba aproximadamente en la mitad del mismo, por ello delante nuestro se encaminaban por lo menos otros 8 navíos; el criterio que se empleaba era que al rompehielos lo seguía un buque de pequeño porte, luego uno de mediana envergadura, lo seguía otro de mayor desplazamiento para volver a repetirse la fórmula una y otra vez; la idea de este procedimiento era dar tiempo para que el hielo - al cerrarse luego del paso del rompehielos – se encontrase con los buques de mayor potencia para que éstos volviesen a empujarlo hacia fuera, mientras que las naves pequeñas se guarecían al abrigo de las mayores.-
                       La conducta descripta – según lo explicado oportunamente a quienes hacíamos nuestras primeras lides en aguas congeladas – aseguraba una navegación lenta pero ágil en busca del puerto de destino; pero (siempre hay un pero…) el diablo decidió meter la cola…
                       En la formación navegaba un pesquero de altura, por tratarse de una nave de menor desplazamiento lo hacía detrás de un bulk carrier, de repente se escucha un diálogo por VHF donde se presume que el pesquero comunica con el rompehielos, a partir de allí vemos que el “ice-breaker” acelera vertiginosamente su ritmo de marcha y avanza en la misma dirección que traíamos despegándose del convoy, simultáneamente el primer buque que lo seguía disminuye su velocidad cosa que imitan todos los que marchan detrás, de esa forma llegamos a apreciar que el pesquero había quedado aprisionado en el hielo que se le había cerrado sobre su proa.-
                       Una vez que el Krasin abrió un extenso rumbo en la placa de hielo para que la primera porción del convoy pudiera proseguir su lenta marcha sin detenerse, el rompehielos cambió su rumbo en 180º retornando en búsqueda del pesquero, llegó hasta el mismo, lo circunnavegó quebrando el hielo opresor y lo acompañó precediéndolo hasta alcanzar la primera parte del tren de buques; una vez liberado el paso el resto del convoy retomó la navegación hasta que se volvió a integrar la formación.-
 
Otro buque aguardando icebreaker (autor Mario A. LORENZO TOGNO)
                       Algunas horas después el pesquero nuevamente quedó aprisionado por las masas de hielo que se cerraban antes de lo previsto lo que obligó al icebreaker a repetir la operación antes descripta con la correspondiente demora que se derivaba de la misma; cuando tiempo después, por tercera vez, el pesquero solicitó ser rescatado se ve que la paciencia del comando del Krasin se vió colmada, por ello repitió la metodología anterior pero ahora con una variante…
 
En convoy rumbo a Leningrado (autor Mario A. LORENZO TOGNO)
                       Al regresar en auxilio de la pequeña embarcación, en esta oportunidad en lugar de circunnavegarlo se ubicó a proa del mismo y le pasó varios cabos que terminaron “cosiendo” el barco de pesca a la popa del rompehielos, finalizada esta tarea dio máquina adelante y partió llevándolo como si fuese apenas un gallardete desplegado al viento a la par de dar constantes rolidos a una y otra banda sobre la estela que dejaba el buque nodriza, no quiero imaginar lo que se sentiría dentro de ese barquito en semejantes condiciones de navegación forzada.-
 
I/B Krasin con pesquero a remolque (autor Mario A. LORENZO TOGNO) 
                       Al puerto de Leningrado arribamos en el lapso establecido de dos días de navegación, a esa altura el Báltico era todo una masa uniforme de hielo, las temperaturas durante el día eran de -22ºC y se mantenían algo aún más bajas durante la noche; con el amarre en el muelle soviético finalizó el viaje “North Bound”, lo que más comúnmente se denominaba “la subida”.-
                       La permanencia en esa ciudad no llegó a los tres días, durante la misma - gracias a una excursión “guiada” (y “custodiada” agrego yo) - pudimos recorrer esa hermosa ciudad que quedó de la época de los zares con la asistencia de una “guía de turismo y traductora”, la que nos llevó a lo largo y ancho de la misma; al finalizar el recorrido hicimos paso por un lugar que pretendía ser émulo de “la Misión del Marino” actuando como “Seafarers Center” pero muy a la soviética, allí debimos recorrer gentil, pero inexcusablemente, “conducidos” a la sala de las revoluciones, lugar donde se exhibían gigantografías de Cuba, El Salvador, Nicaragua, etc… 
 CAPITULO V comenzando los “problemitas”
                       Una vez que abandonamos aguas soviéticas – ahora por fin rumbo a Gdynia a descargar el negro de humo! – comenzó el viaje “South Bound” o “la bajada” como se solía denominar; la partida del puerto ruso fue precedida por otro rompehielos, ahora lo hacía el “Kiev” que nos acompañó por otras casi 48 horas abriendo paso sin sobresaltos, una vez que nos liberó continuamos con máquina propia en dirección a Polonia; pero el hielo que encontramos fue de un espesor que a nuestra nave le costaba romper hasta que dejó de hacerlo; pero por esas cosas indescifrables del mar – por obra y gracia de todos los dioses de todas las mitologías – apenas nos habíamos quedado atrapados en la masa gélida, como si surgiese de la nada, apareció un icebreaker finlandés cruzando el rumbo que traíamos, al mismo se le solicitó ayuda por VHF por lo que generosamente concurrió en nuestro auxilio, nos circunnavegó ampliamente unas tres veces quebrando círculos gigantes alrededor nuestro y prosiguió su navegación, a partir de allí no tuvimos más inconvenientes de esta índole cumpliendo una buena navegación.-
 
I/B Kiev (autor Mario A. LORENZO TOGNO)  
                    El viaje de subida fue un gran viaje; como antes dije gozamos de generosas estadías en todos los puertos, un gran número de escalas, clima ideal para la navegación, ambiente cordial a bordo, en fin, todo lo que hace que las navegaciones sean agradables y saludables; pese a todo no hay felicidad completa… una noche que nos encontrábamos en navegación inter-puertos en el Mar del Norte, si mal no recuerdo apenas pasadas las 21:00LT, recibimos un SOS, el mismo era retransmitido vía “OST” Ostende Radio en radiotelegrafía y correspondía al pedido de auxilio formulado mediante telefonía en VHF por el ferry “Herald of Free Enterprise” propiedad de la Thousand Thorensen, el que a su partida de Zeebruge en Bélgica embarcó agua por proa y dio media vuelta de campana quedando apoyado en el fondo marino sobre una de sus bandas; vista la posición geográfica en que nos encontrábamos con respecto al lugar del siniestro, nuestra asistencia era estéril en virtud a las horas que nos demandaría regresar hacia allí, sin embargo se siguió todo el tráfico de socorro hasta que el mismo fue dado por finalizado; esta tragedia tuvo el lamentable saldo de aproximadamente 150 víctimas entre pasajeros y tripulantes del ferry.-
 El suceso descripto que nos afectaba de manera indirecta, sabedores de cuales habían sido las consecuencias del mismo, terminó empañando las bondades que habíamos venido recibiendo hasta ahora.-
                        A Gdynia arribamos poco tiempo después de la zarpada de Leningrado, aquí el clima se endureció, si bien la temperatura media era de -11ºC, a diferencia del puerto anterior, solía soplar viento helado de entre 50 y 60 km/h, eso hacía que las nevadas fueran pocas pero el hielo constante; en las mismas calles de la ciudad se tornaba insoportable movilizarse si no era en vehículo cerrado; afortunadamente a bordo la calefacción funcionaba maravillosamente lo que permitía moverse con total naturalidad.-
                       La descarga del famoso “negro de humo” insumió casi una semana, tiempo a lo largo del cual se dieron diversas condiciones climáticas pero ninguna benigna y todas conspirantes contra las operaciones de descarga; una vez que abandonamos el puerto polaco ya estábamos en conocimiento que seguiríamos dentro de la órbita roja toda vez que debíamos dirigirnos hacia Wismar en la ex Alemania Comunista en búsqueda de una nueva carga.-
                       La estadía en Wismar fue de algo más de 48 horas, el clima continuó siendo duro, el frío y la nieve eran constantes, la ciudad era gris y apagada con el aire impregnado de un permanente aroma a humo del carbón quemado en los domicilios para brindar calefacción interior; aquí era habitual ver tropas y rondines del ejército soviético deambulando por las calles.-
                       Cuando partimos de Wismar lo hicimos hacia Hamburgo nuevamente, pero esta vez en lugar de cruzar directamente por el Canal de Kiel – vaya a saberse por qué intrínsecos designios de las cosas de las armadoras, los buques y los mares – nuestra derrota fue rodeando la península de Jutlandia al norte de Dinamarca pasando entre Suecia y Noruega; a poco de ingresar en el Mar del Norte se desató un temporal que mereció la calificación de “gale warning” por parte de las estaciones emisoras de informes meteorológicos, pero el Río Calchaquí con su inmejorable casco y su potencia capeaba como ninguno, soportaba los embates y cortaba las olas con su filosa proa lanzada, de esa manera todo iba bien dentro de lo bien que se puede estar en medio de semejante pesto.-
                       Eran alrededor de las 09:15LT, el mar afuera se asemejaba a un campo bombardeado cubierto de niebla, las olas creaban pozos increíbles y el agua y la espuma formaban un spray que tornaba todo color gris, el cielo completamente cubierto no dejaba pasar ni un rayo de sol, en el medio de las condiciones descriptas, - sin que nada lo anunciara – el motor principal se detuvo a la par que los generadores también de manera simultánea respondiendo a un “black-out” total…
                       Las luces de emergencia se encendieron, pero lo que resultaba estrujante era el terrible y pesado silencio que se produjo, en los primeros momentos lo único que se oía era el mar golpear contra la estructura del buque mientras que los embates comenzaban a sentirse más fuerte y de a poco íbamos perdiendo el rumbo de capa que traíamos para ponernos de banda a las enormes olas que nos sacudían por babor…
                       El silencio al que me refería empezó a perforarse con los sonidos que iban naciendo al destrincarse distintos elementos en diferentes ámbitos, los mismos se incrementaban con los golpes que éstos producían y las roturas que dejaban como saldo; de repente lo ví pasar corriendo y bajar hacia máquinas - sin tocar los escalones deslizándose con los brazos por las barandas de la escalera - al “Chapu”, éste en verdad era el 2º o 3er Maquinista, en verdad no lo recuerdo con precisión, su apellido de origen armenio era Chapoudjian, pero para todos era simplemente “el Chapu”; este joven se encontraba durmiendo en su camarote luego de haber dejado su guardia, al despertarse por las particulares condiciones que estábamos pasando y percibir la plantada del motor se puso lo mínimo de ropa y - casi literalmente - se zambulló en Sala de Máquinas…
                       La cuestión iba empeorando con ausencia de síntomas que permitieran advertir la recuperación de la planta motriz, los bandazos cada vez eran más violentos a la par que un concierto de ruidos iba creciendo; para poder guardar mejor el equilibrio yo me había parado en el vano de la puerta que comunicaba el comedor de oficiales con la repostería, había dispuesto mis brazos y piernas con forma de “X” apoyando manos y pies en los vértices de los ángulos del marco; por su parte el personaje carismático que resultaba “el Gordo Menesses” – Mozo de Oficiales - para preservarse había dejado deslizar su humanidad de más de 140 kgs hacia el suelo en un rincón del pasillo asiéndose fuertemente con brazos y manos entrelazados en los pasamanos de los mamparos interiores…
                       Desde mi particular punto de ubicación ví una silla metálica plegadiza cerrarse violentamente en un rolido y tomar loca carrera hasta pegar en el zócalo de la puerta que comunicaba la repostería con el pasillo, debido a la fuerza que llevaba practicó una especie de rara vuelta carnero y saltó el zócalo ingresando al ámbito de ese pasillo donde la extensión de su pista de carreras se vió aumentada, a partir de allí su ir y venir reconocía como únicos límites a los mamparos, no obstante en una oportunidad volvió a coincidir con el zócalo de la puerta lo que le permitió ingresar a su lugar de origen y realizar su corta carrera inicial en la medida que se iba deformando por los golpes que recibía.-
                       A esa altura de los acontecimientos el Capitán había ordenado que todos los familiares acompañantes se presentaran en el Comedor de Oficiales con sus chalecos salvavidas colocados, cosa que se fue cumpliendo en la medida que los bandazos lo permitían; de repente se escuchó el soplido del motor principal al dársele marcha, el mismo - para júbilo de todos - comenzó a girar lentamente y en base a su empuje el buque pasó a retomar el rumbo de capa, pero cuando creíamos que ya lo alcanzaba nuevamente detuvo su marcha de manera abrupta…
                       Pareció que la fallida puesta en marcha del motor hubiese enfurecido a Poseidón, tal vez por la posición en que quedamos en el segundo “black-out” los embates ahora eran aún más fuertes, los ruidos aumentaban de manera atroz; por mi parte - que había aflojado la tensión de mis miembros superiores e inferiores – tuve que volver a clavarme en X en el marco de la puerta, de repente una ola nos volvió a sacudir por babor haciendo que adquiriésemos una terrible escora por la banda opuesta, en momentos que la nave intentaba adrizarse una segunda ola le propinó otro golpe terrible haciendo que la inclinación fuese mayor que la anterior, y ahí me dije para mis adentros que de venir una tercera ola similar seguramente nuestra suerte se habría terminado, y como si la hubiese llamado esa ola llegó…
                       Lo que se dice que en situación límite a uno le pasa toda su vida por delante de los ojos era algo que no había tenido ocasión de comprobarlo, por lo menos hasta este momento, y puedo dar fe de que es así, entre el segundo y tercer embate aseguro haber visto una película documental de mi existencia pasando a una velocidad atroz por mis retinas, lo que me sacó de esa sesión de cine fue el ver la superficie del mar por la ventana de estribor de la repostería a una distancia muy pequeña y escuchar el estruendo interior de cosas pesadas soltándose y cayendo en distintos lugares… sinceramente creí que dábamos vuelta de campana, haciéndoseme presente instantáneamente el malogrado “Herald…” hundido pocos días antes; para ser honesto estaba seguro que no volvíamos…
                       Luego de semejante escorada el Calchaquí se adrizó con la fuerza de un látigo hacia babor, los sonidos eran cacofónicos y contundentes, los embates continuaban severos pero sin llegar a la escora recién alcanzada, pero de entre ellos se dejó escuchar el tan ansiado sonido del soplido de máquina al inyectársele aire para su arranque, nuevamente de manera paulatina fue adquiriendo RPMs a la par de que buscaba el rumbo indicado, aspecto que fue felizmente alcanzado y a partir de allí no se repitió la plantada del motor principal.-
                       Según se comentó posteriormente, el “pesto” que veníamos sufriendo hizo que se removiera el fondo de los tanques de diesel que alimentan a los generadores, este particular llevó a que sus filtros se taparan ocasionando la detención de los mismos, ya sin fuerza electromotriz el motor principal quedó sin alimentación y les siguió en suerte; es de destacar la titánica tarea desarrollada por la gente de Máquinas al trabajar en semejantes condiciones cambiando filtros y purificadoras, cosa que evidentemente no ha de ser nada fácil de llevar a cabo en un navío que rola y cabecea como lo hacía el Río Calchaquí a merced de los elementos.-
                       Cuando el temporal fue amainando y se pudieron realizar diferentes recorridos de comprobación se tuvo una idea de las consecuencias dejadas por semejante paliza del mar… en los camarotes las roturas de efectos personales, electrodomésticos y mobiliario alcanzaron en general a toda la tripulación, en las distintas oficinas la gran mayoría de las máquinas de escribir resultaron afectadas, algunas literalmente destrozadas, incluso aquellas que de manera   preventiva se dejaban en el suelo de esas oficinas bajo los escritorios, esas tampoco sobrevivieron…
                       En Sala de Máquinas los elementos afectados fueron muchos, contándose el destrincado de tubos de oxígeno, herramientas y repuestos en general, los que una vez libres hicieron de las suyas en su hábitat; párrafo aparte merece el Comedor de Maestranza, allí existía una heladera familiar correctamente trincada con planchuelas de hierro a uno de los mamparos, estas trincas no soportaron la fuerza aplicada terminando por saltar de sus anclajes, la heladera cayo al suelo y comenzó su carrera como lo hizo por su lado la silla que antes mencioné…
                     La heladera citada - una vez en el piso - comenzó su tarea de ariete y embicó cuanta cosa que encontró a su paso, destrozó varias sillas y a ella misma, pero la peor parte se la llevó el mueble de madera donde se guardaba la vajilla, este mueble quedó como si lo hubiese atropellado un camión ya que los diferentes embates del refrigerador pulverizaron su parte inferior sobre la que se sustentaba, a partir de allí su descolgado fue automático dando por el piso con la totalidad de la vajilla… parecía que se había dado una fiesta griega por la cantidad de platos de todo tipo desmenuzados…
                       Arribados en Hamburgo se repusieron elementos afectados por el temporal que resultaban imprescindibles – caso heladera de Maestranza – a la par de efectuar algunas reparaciones, mientras tanto embarcábamos carga con destino a USHUAIA!!! lo que significaba que nuestro regreso no sería directo a Buenos Aires… luego de dos o tres días de permanencia en Hamburgo zarpamos rumbo a Santander que ya se encontraba en nuestro schedule de bajada.-
 CAPITULO VI “…eh! Qué hacés argentino animal, aprendé a navegar…”
                       Era una mañana agradable, al “North Sea Pilot” Kordst lo habíamos desembarcado temprano en Cherburg y manteníamos rumbo a Santander, si bien no estaba soleado la visibilidad era óptima, todo marchaba sin inconvenientes hasta que – sin que nadie lo indicara lo propusiera ni tocase absolutamente nada – el barco cayó todo a una banda (a velocidad de mar) pasando a navegar de vuelta encontrada en lo que hace al tránsito habitual de barcos en esa zona… nadie entendía absolutamente nada de nada…
                       Visto lo sucedido se procedió a revisar los mecanismos apreciándose que la mecha del timón – junto a la pala – se había desplazado considerablemente hacia abajo, ello provocó un torque en función a sus brazos de accionamiento que posicionaron la pala en máximo ángulo a una banda, detectada la falla se estableció contacto con la Jefatura de Línea en Hamburgo desde donde se ordenó, en caso de poder lograrse un mínimo gobierno, poner proa al puerto de Le Havre donde intervendrían talleres de tierra.-
                       Nuevamente la gente de máquinas dio cátedra en lo suyo y pudo acondicionar de manera provisoria y precaria el sistema de gobierno; si mal no recuerdo se desconectó una de las bombas que le proveían el movimiento radial y se retomó navegación a velocidad reducida hasta arribar al lugar indicado de escala forzosa.-
                       En un principio, al ver la envergadura de la avería, nos frotábamos las manos pensando que el navío sería ingresado a dique seco y por lo tanto pasaríamos a cobrar el famoso “coeficiente 2” del que tanto se hablaba, paralelamente surgían las discusiones de los que defendían tal aspecto como beneficioso para nuestros bolsillos y los que opinaban lo contrario manejando álgebras de diferentes tipos y calibres; al momento de tomar práctico de puerto en Le Havre nos enteramos que giraríamos a un muelle prácticamente inactivo – por ende de un costo de alquiler diario muy bajo – bastante alejado del centro o por lo menos de los que ELMA solía costear para los amarres habituales.-
                       Verdaderamente nuestro amarre fue distante pero no tanto cómo pensábamos; para aquellos que conocen ese puerto como referencia les comento que estábamos a unas 12 cuadras – aproximadamente - de la requetecontra-archiconocida “Perfumerie Maritime” pero en una margen enfrentada, de todos modos no nos impedía la movilidad.-
                        Una vez finalizada las maniobras de atraque ascendieron a bordo las autoridades portuarias, la gente de la agencia marítima y también quien nos esperaban en el muelle, un Inspector de la entidad clasificadora y otro del “P&I”; todos los nombrados procedieron a efectuar un reconocimiento in situ y la evaluación de lo acontecido con el timón, la conclusión a la que llegaron fue que las maniobras que se llevaron a cabo durante nuestra permanencia en el hielo del Báltico dando máquina adelante y atrás, presumiblemente hicieron que la pala ejerciera fuerza contra el hielo afectando su mecanismo con las consecuencias posteriores conocidas.-
                       El agente del ente clasificador manifestaba que al margen de la avería que presentaba, el buque ofrecía un aspecto general bastante desalentador por lo que no aseguraba poder brindar un veredicto favorable hasta tanto tuviese profundo conocimiento de la reparación que se le efectuaría; mientras tanto se había convocado a los talleres de tierra con el objeto de proporcionar un diagnóstico y tratamiento de la avería; obviamente que ELMA considerando que el barco estaba efectuando su último viaje no quería invertir en su reparación nada más allá que no fuese lo mínimo como para retornar a Buenos Aires.- 
                      Las opiniones comenzaron a cruzarse de manera veloz, los ofrecimientos de las distintas alternativas de reparación generalmente encontraban el pulgar bajo de parte de la armadora por sus costos o de la aceptación de los Inspectores por encontrarlas insuficientes como para enfrentar una travesía atlántica; afortunadamente se encontró un punto de equilibrio mediante el que se aceptó un trabajo que se efectuaría en ese muelle simplemente aproando la nave sin necesidad de ser llevado a seco, la contrapartida fue que el veredicto por parte de la Clasificadora sólo lo habilitaría para navegación de retorno a su puerto de matrícula con las escalas ya previstas, aspecto que fue coincidente con la opinión del “P&I”.- 
                      Habiéndose establecido la metodología de trabajo, el taller convocado trasladó a la vera del muelle una enorme casilla rodante de dos ejes con ruedas dobles que actuaba como taller móvil y una más pequeña como vivienda de los mecánicos; las tareas se realizaban durante las 24 horas sin interrupción y el lapso total fue de casi una semana.- 
                      Si bien la cuestión del “coeficiente 2” no se nos dió, esta estadía inesperada fue aprovechada al máximo sacándosele el jugo por completo; obviamente el primer cometido fue concurrir a París con total distensión en virtud a que no nos acuciaba el tema de “Personal a bordo a las XXXX”, cosa que era habitual en las escalas regulares e impedía realizar la visita a la “ciudad luz” , así que esta vez no dejé pasar la ocasión y junto a otros tripulantes nos hicimos un viaje de más de 12 horas hasta allí atendiendo a las excelentes conexiones ferroviarias que unían ambos centros urbanos.- 
                      Antes me referí a la “Perfumerie Maritirme”, este negocio era un enclave de paso inevitable para todos los embarcados que tenían madre, hermanas, novias, esposas, amantes, hijas o todas ellas juntas, de igual forma los que acostumbraban a comprar perfumes y cosméticos para su obsequio y “distribución” en tierra propia, o tan siquiera para uso personal; esta boutique de cosméticos disponía de todas las marcas y modelos de los cosméticos franceses e italianos que pudieran existir y lo mejor del caso era que a los tripulantes se les vendía en la modalidad Tax Free”, “este particular hacía que las fragancias de última generación, como así las tradicionales ya instaladas, resultasen sumamente económicas, de ahí nadie salía sin haber comprado una decena de ejemplares por lo menos.- 
                      En función a que la venta descripta era en la modalidad de “Free Shop” para los embarcados, el mecanismo de adquisición y entrega consistía en presentarse en el lugar, escoger los artículos que resultaban de interés y abonar la cuenta total; la entrega de la mercadería se postergaba hasta poco antes de la partida y se efectuaba a bordo del navío con presencia de la aduana local que verificaba el procedimiento y su guardado en el “Custom Locker” con posterior re-precintado del mismo, observando idéntica mecánica que cuando se adquiría y embarcaba el “Entrepot”; ante lo señalado las diferentes adquisiciones se embolsaban en unos sacos de grueso plástico de color estridente (verde, amarillo, turquesa, etc) que llevaban escrito el apellido del tripulante identificándolo como propietario de la misma, una vez descendida de la camioneta de la perfumería ingresaba al locker frente a la atenta mirada del agente aduanero, una vez que eran abandonadas las aguas jurisdiccionales se procedía a la distribución de las compras entre sus dueños.- 
                      Era una tarde gris muy lluviosa, siendo aproximadamente las 17:50 hs llego a la perfumería y me encuentro dentro de la misma con el Capitán, el Jefe de Máquinas y su esposa y con Herrero, Segundo Oficial de Cubierta, y señora; el Capitán estaba siendo atendido por una empleada que hablaba español, el Jefe de Máquinas por otro que lo hacía sólo en inglés, mientras el 2º con su señora y quien escribe aguardábamos nuestro turno; el Capitán Barceló llevaba realizada una compra interesante de mercadería lo mismo que el Jefe; acababan de dar las 18:00 hs cuando un empleado – presumo que del área de depósito – pasó a cerrar la puerta de acceso del local ya que había finalizado el horario comercial, aspecto muy riguroso allí por entonces, a los pocos minutos se escuchan unos golpes en la puerta, al darnos vuelta vimos a través del vidrio la inmensa humanidad del “gordo Menesses” ataviado con piloto y paraguas chorreando agua que solicitaba ingresar, la empleada que atendía al Capitán levantó la vista y al divisarlo dijo en voz alta: “…uppp, c´ést Monsieur Menesses!!!” para salir disparada a abrirle por una puerta lateral dejando abandonado a nuestro Master… 
                      Esta sorpresiva y rara actitud nos dejó sorprendidos, no porque se lo atendiera al gordo sino porque se podía haber enviado al joven que cerró las puertas en un primer momento, sin embargo fue ella misma la que concurrió a franquearle el paso; en ese interín el Jefe de Máquinas finalizó su transacción por lo que quien lo atendía recibió orden de continuar con la compra del Capitán, obviamente que Herrero, su esposa y yo quedamos en la dulce espera pues la mujer hispanoparlante no retornó más, quedando en lugar aparte junto al querido gordo Menesses; el empleado finalizó de atender al Capitán, luego siguió con el matrimonio Herrero y yo quedé “cola´e perro” como dicen en el campo mascando mi bronca y con una incógnita total… 
                      La explicación a lo sucedido cayó por su propio peso el día antes de la zarpada y momentos antes de que ésta se produjese, fue justamente cuando llegó la camioneta de la perfumería a entregar los pedidos, para dar una idea del volumen individual el promedio de los mismos era completando la mitad de una bolsa de nylon tipo supermercado, pero la compra del gordo vino en una caja como para embalar un TV de 20 pulgadas!!! se había “bagayado” todo! 
                      En el orden interno sabíamos que “Monsieur Menesses” era conocido por sus “habilidades comerciales”; el hombre tenía mucha antigüedad en la profesión y en la materia, y sobretodo mucha experiencia en “explotaciones colaterales”, a partir de allí deducir la atenciosidad de la empleada de la perfumería fue algo fácil, se trataba de un cliente sumamente “V.I.P; lamentablemente transcurrido poco tiempo después de nuestro regreso a Buenos Aires el popular “gordo” nos abandonó definitivamente, algo que era previsible pues se trataba de una persona hipertensa y se cuidaba muy poco, tanto en su alimentación como en sus estados de ánimo, hincha enfermizo de Boca Juniors lo ví libar copiosamente festejando un triunfo, si bien nunca se mostró ebrio para alguien de su dolencia no era algo aconsejable, en navegación más de una vez le pegó un susto bárbaro a la enfermera al evidenciar picos de presión que llegaron a 21…
                      Al cabo de una semana el Calchaquí estaba “emparchado” y a son de mar, por lo tanto nos encaminamos rumbo a Santander como estaba previsto; en Santander, entre otras cargas, embarcamos en bodega 5 “bogies” para Ferrocarriles Argentinos; los bogies no son otra cosa que el armazón que sostiene y abarca el conjunto de dos ejes y cuatro ruedas que se instalan en los extremos de los grandes vagones de carga, normalmente el peso de cada uno de estos implementos es de unas 5 toneladas.-
CAPITULO VII del frío norte al frío sur
                       Desde España nuestro despacho fue directamente hacia Ushuaia como ya se sabía anteriormente; la travesía fue acompañada por condiciones de navegación bondadosas, pero como el destilador de a bordo no funcionaba se debió racionalizar el uso del agua dulce; en principio las duchas se habilitaban día por medio y el lavado de ropa estaba restringido al máximo; con el paso de los días, merced al consumo de agua de refrigeración que el motor principal requería en zonas de altas temperaturas, los plazos de restricción se fueron acentuando de manera drástica que comenzó a tornar muy incómoda la vivencia a bordo.-  
                      Cumpliendo la derrota marcada hacia el sur argentino, aproximadamente a la altura de Necochea - aunque se había recibido el informe meteorológico correspondiente al área naval de nuestra posición sin que éste mencionase mayores alteraciones - nos tomó un “pesto” impresionante que hacía rolar al pobre barquito como si fuese un velerito; si bien este temporal no llegaba al nivel del que habíamos sufrido por Dinamarca, los embates eran muy fuertes tomándonos bien de banda.-   
                      Eran las 19:00 hs, se acababa de tocar la segunda campana llamando para la cena, la mayoría de la tripulación se encontraba ingresando a los respectivos comedores cuando, luego de un fuerte embate, se comenzó a escuchar un sonido como si fuese un largo trueno a la par de que el barco experimentaba unas raras vibraciones; al trueno le siguió un fuerte golpe que sumó más vibraciones, el barco buscó adrizarse pero llegó otro golpe de mar, junto con la escora se vovió a escuchar y sentir lo mismo que instantes antes; en esos momentos yo transitaba por el pasillo fuera del Comedor de Maestranza lo que me permitió apreciar la cara del Contramaestre, un correntino que a lo largo de su vida se había bebido el sol de todos los mares y le había dejado la huella en la piel de color moreno, sin embargo su cara adquirió una terrible lividez para gritar sorpresivamente “…SE DESTRINCARON LOS BOGIES!!!...” y acto seguido corrió hacia el Comedor de Marinería, donde al grito de “VAMOS, MUCHACHOS, VAMOS!!!” convocó a su gente y en tropel salieron corriendo hacia la bodega cinco… 
                      Sin tiempo para sacar conclusiones prácticamente volé hasta el Comedor de Oficiales donde le informé a HERRERO – 2º de Cubierta - lo que había presenciado, si bien por estar ubicado este comedor una cubierta más arriba los síntomas habían llegado más atenuados, habían percibido que algo estaba sucediendo, por ello Herrero y el 3er. Oficial de Cubierta – Pablito SOLARI – siguieron sin dubitar los pasos del Contra, del Cabo de Mar y de los Marineros en dirección a la bodega de popa…  
                      Para los que quedamos en nuestros lugares la incertidumbre y, por qué no, el temor nos iban alcanzando, el mar seguía bravío, aunque los embates tendían a menguar en virtud a que el Capitán le informó al Primer Oficial - Enrique VARELA BARROS en ese momento de guardia en el Puente de Mando – poner proa a las olas para que la gente pudiese operar dentro de la bodega con el menor riesgo posible; hubo un momento en que los golpes atronaron junto con las trepidaciones de la estructura, posteriormente y de manera pausada los impactos fueron mermando al igual que los pseudo truenos y las vibraciones hasta desaparecer por completo, lapso que insumió cerca de 45 minutos.- 
                      Cuando la gente de Cubierta retornó comentó que, efectivamente, se había destrincado uno de los bogies, éste actuó como ariete y desprendió a dos de sus hermanos, los tres juntos encontraron lugar suficiente para “corretear juguetonamente” embistiendo lo que se presentara a su alrededor, fuesen otros bogies, cuadernas o forro del casco sin distinción; ante la emergencia, el procedimiento que se adoptó fue el de desmoronar varios pallets ubicados en el entrepuente, esos pallets contenían materia prima de PVC – unas bolillitas plásticas minúsculas – este material creó una cama artificial sobre el piso de la bodega que, sin impedirles el paso, aminoraba la carrera de los bogies, una vez que se logró la desaceleración de esos bólidos la muchachada, al mejor estilo campestre, los fue enlazando con cabos que hacían firmes en la estructura; de la manera descripta se consiguió sofocar la rebelión insurgente que protagonizó esa particular carga y asegurar la continuidad de la navegación sin riesgos.- 
                      Con motivo de lo vivido en el hemisferio norte cuando se produjo el black-out en medio del temporal que puso en peligro la estabilidad de la nave y la vida de todos nosotros, puse de manifiesto mi reconocimiento hacia la gente de Máquinas que actuó de manera ágil e idónea, incluso corriendo riesgos extras mientras lo hacían, para poner a salvo la situación; en este caso, y de idéntica manera que lo hice antes, brindé y brindo mi reconocimiento a la gente de Cubierta por su accionar, valentía y arrojo ante la emergencia, ya que de no haber actuado como lo hicieron tal vez nuestra suerte hubiese sido otra.- 
                      A Ushuaia arribamos una tarde alrededor de las 18:00 horas, en virtud a encontrarse el muelle ocupado debimos fondear asegurándosenos que al día siguiente tomaríamos amarras; esa noche no se sirvió cena sino simplemente sandwiches puesto que todas las reposterías estaban abarrotadas de platos y vajilla sucios puesto que el agua se había cortado por completo 48 horas antes, así fue que según los sondajes fondeamos con apenas mil litros del vital elemento en reserva… 
                      En la madrugada del día siguiente estando aún fondeados, apenas pasadas las 04:00 horas, en el puente junto al 1er Oficial se encontraba el Pilotín de Cubierta – Angel FREYRE – este muchacho tenía el don de dibujar maravillosamente bien, tanto caricaturizando como en dibujo a mano alzada, propiedad digna de envidia; su ubicación en esos momentos era la Sala de Derrota donde sobre las cartas realizaba una de sus obras de arte en papel blanco, de repente notó que la luz interior comenzó a aumentar de manera intensa, una de las lamparitas de las luminarias del techo explotó violentamente, de inmediato otra, le siguió una tercera, del VHF comenzó a salir humo hasta que todo quedó a oscuras… 
                      Por su parte nuestro, a esta altura ya más que conocido, amigo Menesses se había levantado al baño, cuando regresó a su camarote intentó apagar la luz de techo sin embargo la misma permaneció encendida, volvió a intentar apagarla accionando el interruptor sin resultado, no hizo más que sacar la mano que el mismo literalmente explotó… luego también lo invadió la oscuridad… 
                      Pero qué había ocurrido..? la respuesta llegó más tarde; el problema radicó en el generador que estaba en servicio, al mismo se le cortó el eje de su regulador yéndose fuera de parámetros para alcanzar de esa forma más de 400 volts… la cantidad de elementos afectados fue terrible, de hecho en el puente no quedó foco sano ni en la mayoría de los lugares donde había luminarias encendidas, 2 VHF quemados, un radar afectado, etc, etc.- 
                      Comenzada la mañana se nos dió orden de amarrar, una vez atracados se hizo presente personal técnico de la Base Naval para intentar reparar los elementos quemados, sin embargo muchos no tuvieron solución – caso de los VHF – por lo que se debió instalar uno nuevo para la navegación hasta Buenos Aires y reacondicionarse los implementos que admitían hacerlo.- 
                      Si bien desde Buenos Aires nuestro viaje había tenido inicio el 27 de enero, dadas las escalas incorporadas, las estadías en las mismas y los avatares sufridos, lo que iba a ser apenas un “viajecito” de 40 días para llevar “una carguita” – en virtud a que ya casi promediábamos mayo – superaba las 100 jornadas; el clima en Ushuaia volvía a brindarnos frío como lo había hecho Europa, obviamente que no con temperaturas semejantes, de todos modos las heladas eran moneda corriente y durante la noche algo de nieve caía.-
CAPITULO VIII “…que vengan los bomberos que esto es un incendio…” 
                      De nuestra ciudad más austral partimos una noche con rumbo a Buenos Aires, esa noche era digna de una película interpretada por Boris Karloff y Bela Lugossi juntos, lloviznaba profusamente ocasionando una especie de aguanieve molesta mientras que la oscuridad era reina absoluta, al sabernos “rumbo a casa” nuestra distensión era total, ya nada podía afectarnos, sobretodo luego de lo ya vivido, interpretábamos que nuestra cuota había sido cumplimentada ampliamente; qué equivocados estábamos… 
                       Eran pasadas las 23:00 horas, hacía un rato que había bajado el Práctico, de guardia en el puente se encontraba Pablito Solari – 3er Oficial de Cubierta – el mismo había ordenado a Sala de Máquinas la máxima velocidad de mar y acababa de habilitar el piloto automático, de repente Pablo percibió algo extraño, más que percibir creo que el buque creó una simbiosis con este muchacho, por ello extrajo su linterna y – tal vez por intuición marina contenida en sus genes – atinó a iluminar el indicador de ángulo de pala del timón, implemento que - para variar - tenía su iluminación propia fuera de servicio, al hacerlo advirtió que estábamos cayendo “todo a estribor” pese a que la rueda de cabillas estaba deshabilitada al encontrarse en funciones el piloto automático, que el Marinero de guardia tampoco la empuñaba y que el rumbo indicado se mantenía sin variaciones, sin embargo la caída de la nave era un hecho…  
                      Cuando Solari agudiza la vista luego de apagar la linterna interpreta acertadamente que estábamos embicando la costa cercana y que la varadura era inminente, por ello empuña el “Telégrafo de Mando” indicando “toda máquina atrás” a la par de elevar su plegaria para que la maniobra salga, cosa que en el Río Calchaquí en que nos encontrábamos lo más probable era que resultase fallida… antes que Pablito estableciera contacto telefónico con Máquinas se escuchó la caída de las RPM del motor Fiat de 7 cilindros y a continuación el aire ingresando a los cilindros para romper la inercia en sentido contrario; la estructura del buque comenzó a dar corcovos y saltos estrepitosos que se incrementaban en intensidad en la medida que aumentaban las revoluciones del motor en marcha atrás, parecía un terremoto en el que nosotros éramos el epicentro; afortunadamente la increíble reacción del 3er Oficial más la – increíble – respuesta que otorgó el vapuleado navío al obedecer a una maniobra tan violenta, permitió que la proa no llegase a tocar tierra, procediéndose a fondear de manera urgente.- 
                      Analizados los acontecimientos por la gente de Máquinas se advirtió una severa falla que afectó sistemas hidráulicos y al girocompás mismo, estas cuestiones pudieron ser solventadas de manera parcial pues quedó fuera de servicio el piloto automático; a partir de lo relatado el timón pasó a ser gobernado de manera manual obligando a implementar la doble guardia de Marinería con un tripulante actuando de “retén” mientras su colega timoneaba, alternándose los mismos en turnos de media hora; así fue que algunas horas después reiniciamos nuestra navegación “rumbo a casa”, ahora sí, ya nada más nos quedaba por suceder… qué ilusos que éramos… 
                      Si no me equivoco era un viernes, a las 12:00 hs teníamos “ETA” a Buenos Aires y amarre confirmado; poco antes de las 08:00 horas nos encontrábamos en proximidades de Punta Indio, todo parecía indicar que en un rato nos reencontraríamos con nuestras familias, el clima era benigno, la navegación impecable… cuando menos lo esperábamos desde Sala de Máquinas llegó al Puente lo peor: “…tenemos fuego en máquinas…” para que instantes después se dejara escuchar por todo el barco la alarma de “zafarrancho de incendio” procediendo cada uno de nosotros a ocupar los puestos del rol… 
                      Las llamas habían comenzado en un turboalimentador del motor principal que tomó fuego solidariamente al hacerlo las impurezas que poseía debido a la falta de mantenimiento que sufrió en amarre; cuando la gente de Máquinas concurrió hasta el foco ígneo con extintores los mismos carecían de la fuerza suficiente para doblegar las llamas, se trajeron otros extinguidores de Cubierta con igual resultado, mientras tanto el fuego aumentaba de manera terrible; considerando que los tiempos se acortaban se da orden de desalojar el ámbito para inundar con CO2 el recinto; habiéndose comprobado que había sido desalojado  de tripulantes ese recinto de manera total, el “Chapu” – 3er Oficial de Máquinas - desde el comando de disparo de emergencia de batería de botellones de anhídrido carbónico accionó la descarga de los mismos… sin embargo la cañería que conduciría ese gas explotó haciendo que en lugar de dispersarse en el lugar correcto se fugase hacia la atmósfera… por su parte el fuego seguía desarróllandose sin miras de que se atenuara… 
                      Bajo el castillo de proa se pusieron en funcionamiento las bombas de incendio autónomas, éstas arrancaron de manera satisfactoria pero – siempre tuvimos un “pero” – no se conseguía que se cebaran, por tal causa los motores funcionaban a full sin lograr impeler el agua que nos permitiría finalizar con el siniestro; pasados los 20 minutos de que no se obtuviese resultado con las bombas el Capitán Barceló dió la orden de destrincar los botes mientras que se disparaba la alarma de “zafarrancho de abandono”.- 
                      Nos encontrábamos afectados a las tareas de alistamiento y arriado de las embarcaciones menores cuando se comenzó a dar un diálogo entre los distintos intervinientes, de esa forma alguien dijo: “…no puede ser que este fuego de miércoles (en realidad usó otra palabra) nos supere, vamos abajo…” y de a poco comenzamos a seguirlo mientras otros continuaban con el alistamiento de los botes.- 
                      Para combatir este suceso formamos un pasamanos que nacía en el portalón de víveres ubicado por sobre la línea de flotación de la banda de estribor situándonos uno al lado del otro, desde allí por medio de cabos izábamos baldes vacíos de 20 litros de Drew Ameroid  que completábamos con agua que tomábamos del río, trasvasábamos el líquido a otros baldes y los hacíamos circular hasta el otro extremo de la fila; allí en principio se usaba para empapar frazadas con las que se iba abriendo camino en dirección al foco ígneo – se quemaron casi 50 de estas cobijas – una vez que se logró abrir una senda segura el contenido de los baldes comenzó a ser arrojado de manera paulatina hacia las llamas, para evitar el agotamiento por lo pesado que resultaba levantar los baldes, cada tres izadas éramos relevados por el inmediato en la fila avanzando en dirección al fuego; al cabo de más de una hora de combatir a puros baldazos logramos dominar el fuego, extinguiéndolo por completo poco rato después.- 
                      Cuando se tuvo noticia del siniestro que se vivía en Máquinas, el Contramaestre y el Cabo de Mar asistidos por otros dos muchachos, procedieron a fondear inmediatamente, por tal motivo no estábamos al garete pero sí completamente sin propulsión; nuestras comunicaciones estaban totalmente restringidas a la frecuencia de 500 kHz  en radiotelegrafía puesto que la única alimentación que permanecía era la de emergencia en la sala de radio, el único VHF con que contábamos era el que se había instalado recientemente en Ushuaia ante el quemado de los otros en virtud a la subida de voltaje protagonizada por el generador fallido, pero este equipo tomaba su alimentación a través de una fuente de 220Vca/13,8Vcc, por ende al haber salido de servicio los generadores cuando comenzó el incendio este aparato quedó inhabilitado.- 
                   El primer aviso a ELMA le fue cursado mientras aún contábamos con alimentación eléctrica, en esos momentos se mantenía un comunicado por telegrafía en 4 mHz con la estación costera “LSA”, sin embargo y dado a que aún no se tenía una verdadera dimensión de lo que acontecía, lo que se informó a tierra era “tenemos problemas en máquinas” (sic), como instantes después los generadores fueron apagados esta comunicación quedó trunca, ante las circunstancias se pasó a operar con los equipos de emergencia en la Banda de Socorro y Llamada llamando a LSA pues no se había dado orden de radiar SOS por parte del Capitán; por entonces nuestra estación radioeléctrica mantenía la guardia de 500 kHz en la planta transmisora ubicada en la Boca mientras que todo el tráfico habitual se intercambiaba con la planta receptora emplazada en Puerto Nuevo entre los Talleres de Máquinas y los de Casco, más precisamente bajo el tanque de agua.- 
                      La zona de instalación de la Planta Transmisora - radialmente hablando - era sumamente “ruidosa”, eso hacía que en determinadas ocasiones la recepción en la banda mencionada se tornase muy tortuosa llegando al extremo de no detectarse señales poco audibles, por tal causa se impuso la necesidad de solicitar un “QSP” (retransmisión) a través de otra radioestación - fuese ésta móvil o fija - y la asistencia provino de uno de los buques de Shell, su nombre era “Estrella XXXX”, no pudiendo actualmente recordar si era “Austral” o “Antártica”, cuyo Jefe de RT pasó gentilmente a actuar de puente entre ELMA y nosotros, informándose incluso que se procedía al trincado de los botes, obvio que para entonces nuestra posición ya había sido radiada con total certeza.- 
Habiéndose extinguido totalmente las llamas y efectuado un control de averías la gente de Máquinas consideró que los generadores podían volver a ser puestos en funcionamiento, por tal causa se logró restablecer el contacto directo con LSA en la banda de 4mHz; al contarse otra vez con 220Vca el VHF entró en servicio, por ello los Radio-operadores de tierra le informaron a Operaciones Portuarias que podían contactarnos en directo, acto seguido se escuchó al Capitán Palermo – Gerente de Armamento por entonces – ponerse al habla con el Capitán Barceló quien le brindó el panorama que se ofrecía y la necesidad de proveer remolque hasta Buenos Aires.- 
                      Habiéndose efectuado los arreglos pertinentes, horas después arribó al lugar un remolcador de gran porte al que se le pasaron cabos, cobró los mismos e inició nuestro lento remolque con rumbo a Zona Común, lugar donde sería relevado por dos remolcadores del puerto metropolitano, frente a La Plata para proceder al recambio de remolques estuvimos aproximadamente a las 21:00 horas; con un remolcador en proa y otro en popa ingresamos al canal de acceso, al ser nosotros un “buque sin gobierno” se nos concedió la navegación exclusiva para lo que se procedió al cierre del canal en beneficio a nuestra exclusividad, triste privilegio que nos fue otorgado por la lamentable situación que habíamos pasado como corolario de un viaje de ribetes increíbles.- 
                      En virtud a que Radio Colonia de Uruguay, de manera que aún ignoramos, tomó conocimiento de nuestro siniestro por Punta Indio y procedió a difundirlo en sus boletines de noticias, siendo las 24:00 hs – con 12 horas de atraso en función a la primera ETA informada – al arribar a la Dársena “B” había una verdadera multitud de familiares, amigos y autoridades aguardándonos, muchos de ellos no aceptaban que la totalidad de los tripulantes hubiésemos resultado ilesos; por ello se escuchaban los gritos desde tierra llamando a viva voz por sus nombres y apellidos a todos los que integrábamos el plantel de rol hasta tanto que eran respondidos desde a bordo merced a lo lento de la maniobra por carecer de propulsión propia y a la distancia que aún nos separaba del muelle…
                       Pero el viaje aún no había finalizado…
 CAPITULO IX “…adiós al amigo…”
                      Al margen de la carga para desembarcarse en Buenos Aires, en bodega existía carga con destino a Montevideo, la idea de la empresa era que el mismo Río Calchaquí fuese hasta ese puerto para el desembarque de esa mercadería en virtud a los gastos extras de removido,  trasbordo y estiba que se originarían en el caso de su alije; para lograr el cometido expuesto se procedió a efectuar reparaciones de urgencia en máquinas y un alistamiento mínimo, pero los obstáculos provenían de la parte documentación ya que los actuantes en Le Havre sólo habían liberado al barco hasta su puerto de matrícula; sumando el último suceso del incendio a todo lo acontecido determinó que la PNA le retirara la totalidad de los certificados a la embarcación, sin embargo – mediante un acuerdo consensuado multilateralmente – se convino en que el Calchaquí iría hasta Montevideo efectuando únicamente navegación diurna, a una velocidad no mayor de 10 knts, sin familiares acompañantes y con un Inspector de PNA durante la ida, la estadía y el regreso, cumplido este periplo el buque pasaría al amarre definitivo hasta su venta sin ninguna posibilidad de volver a zarpar sin que se le hiciesen innumerables reparaciones que modificasen sustancialmente el estado que presentaba.- 
                      En casi siete días que transcurrieron desde el arribo a Buenos Aires se realizaron las operaciones de descarga y el alistamiento mínimo necesario como para poder efectuar el último cruce del “charco” sin sufrir nuevos “percances”; la zarpada hacia Montevideo tuvo lugar una mañana bien temprano obedeciendo las pautas marcadas por la PNA respecto a la navegación diurna, la velocidad se mantuvo por debajo de los 10 knts y fuímos acompañados por personal de esa fuerza; respecto a la prohibición de llevar familiares acompañantes se puede decir que la misma resultó ociosa, era evidente que no había ningún familiar que se atrevería a embarcar en este buque luego de todo lo sucedido, de igual manera nadie de nosotros en su sano juicio expondría a un ser querido a vivir algo de lo ya sufrido.- 
                      La travesía hasta la R.O.U. se dio sin inconvenientes, allí permanecimos algo así como tres días para posteriormente, y en iguales condiciones que a la ida, emprender el regreso a Buenos Aires; al momento de ingresar nuestro destino fue el Dique 4 en idéntica amarra que lo habíamos recibido en enero, pasando a ser el lugar de descanso final con estandarte de ELMA de este noble y aguerrido navío; pocos días después firmé el desembarco ya sin proveerse relevo en virtud a su condición de “amarre definitivo”.- 
                      Dejando de lado las vicisitudes tan particulares que le dieron condimento al viaje que acabo de relatar, puedo decir que se trató de un maravilloso tour al norte de Europa, tuvimos muchísimos puertos, gozamos de playas del nordeste brasilero, cobramos buena divisa, en general la navegación fue benigna y se vivió un cordial clima a bordo, aspectos que no son todo lo habituales que los tripulantes deseábamos.- 
                      No quiero finalizar este relato sin dejar expresamente sentado mi reconocimiento a este muy querido barco, si bien a bordo de él realicé este único viaje, puedo decir que se hizo querer como ninguno; pese a encontrarse el Río Calchaquí con su salud afectada desde el inicio del periplo en razón al abandono a que había sido sometido, a las condiciones precarias con que se lo lanzó a una travesía atlántica y de mares congelados, al inmenso esfuerzo extra que significó obligarlo a realizar un viaje de 120 días en lugar de los 40 iniciales, esta noble bestia de acero no sólo aguantó tremendas condiciones climáticas, embates de mar, averías considerables y hasta un incendio sin rendirse, sino que cuidó de nosotros como una leona lo hace con sus cachorros.- 
                      El carácter que el Río Calchaquí evidenció a lo largo de su póstumo itinerario dejó en claro que, al igual que un animal presiente lo cercano de su sacrificio, éste percibió el destino que le esperaría, ello lo llevó a realizar esfuerzos titánicos tratando de alejar lo más posible lo que sería el final del final de la historia, no cabe duda que en cada rolido trataba de aferrarse como nunca a la vida, lamentablemente nada pudo modificar su suerte por más proezas heroicas que realizó… créanme por favor, al escribir estos últimos renglones mis anteojos se humedecen, si alguien de con quienes compartí esta aventura alcanza a leer estas líneas seguramente podrá interpretar con real profundidad el sentimiento que profesé hacia el querido B/M Río Calchaquí.- 
                      Que Poseidón le haya otorgado el lugar que se merece es mi mayor deseo, brindo por la memoria de este coloso del mar.-
 FIN