lunes, 4 de noviembre de 2013

ABANDONAN EN UN PUERTO AFRICANO UN EX BUQUE DE E.L.M.A.

GENERAL BELGRANO


NO PUEDE VOLVER PORQUE TIENE DOS EMBARGOS

Abandonarán en un puerto africano un buque argentino

Está fondeado hace dos meses en un puerto de la República de Guinea · Sus diez tripulantes son argentinos y casi no tienen comida · En mayo tuvieron que repeler a hachazos un abordaje pirata




EN PROBLEMAS. El General Manuel Belgrano vale tres millones de dólares.


Un buque mercante de bandera argentina con sólo diez tripulantes, está a punto de ser abandonado por la tripulación -también argentina- en un puerto africano. El General Manuel Belgrano está fondeado hace dos meses en la rada exterior del puerto de Conakry, República de Guinea, y no puede partir de regreso porque tiene dos embargos.

   








El jefe de máquinas del barco, Horacio París, se comunicó hace dos semanas por un sistema satelital con su esposa, quien vive en Paraná, y le relató la angustiosa situación por la que está pasando.

"Si el sábado no cumplen con todo lo solicitado, la tripulación del barco abandona todo y regresa a nuestro país", dijo a Clarín Emilse Domínguez de París, docente y psicopedagoga y madre de Alejo (7) y Horacio (5), los dos hijos del marino.

"Soy a la vez madre y padre, aunque ellos -dijo señalando a los chicos- tienen bien en claro que su padre es navegante y por eso no está todos los días con nosotros".

"Mi esposo estuvo en ELMA durante 14 años, pero cuando se privatizó buscó otros horizontes y no sé lo que pasó. Sólo le puedo decir que están desesperados: muchas veces no tienen alimentos y para poder hablar por teléfono tienen que viajar varios kilómetros", relató preocupada la mujer.

También habló sobre la falta de seguridad: "En dos oportunidades intentaron asaltar el barco".

Ataque pirata

En la comunicación con su mujer, París relató que el 8 de mayo tuvieron que repeler a hachazos un intento de "abordaje pirata" y que tuvieron que electrificar el perímetro del barco para evitar nuevos ataques. París es uno de los 10 tripulantes que queda, sobre 23 que tenía el buque.

También contó que la "provisión de comida es escasa" y que llegaron "a intentar el trueque de víveres por equipo del buque" amparados en la Ley de Navegación.

En la posdata de la comunicación, el marino explicó que tienen agua potable para diez días, que hace dos meses que la tripulación no cobra sus sueldos y ruega que "alguien disponga nuestra repatriación con o sin buque".

El General Manuel Belgrano pertenecía a ELMA y fue uno de los tantos buques que formaron parte de la liquidación de la empresa marítima estatal.

Un grupo de ex empleados de ELMA, que había formado la Cooperativa de Trabajo Manuel Belgrano, ganó la licitación y se hizo cargo del buque con una hipoteca de por medio, hace más de dos años.

"Como el buque no estaba en condiciones de navegar, la cooperativa lo arrendó a un armador francés, Andrés Marcus, quien tiene una empresa llamada Argocean", explicó Manuel Marcote, presidente de la Cooperativa de Trabajo General Manuel Belgrano.

El arreglo, según Marcote, era que el armador se hiciera cargo de tres cosas: poner el barco en condiciones de navegar, a un costo de entre 600 mil y un millón de dólares; pagar las cuotas de la hipoteca a ELMA, de 50 mil dólares; y pagar los sueldos de la tripulación, que suman 52 mil dólares.

A cambio el armador se quedaba con el dinero de la explotación del buque mercante. "Nosotros sólo queríamos trabajar", explicó Marcote.

En esas condiciones el buque navegó transportando carga general durante un año y siete meses. Pero meses atrás el armador y la cooperativa recibieron una carta documento de ELMA amenazando con embargar el buque si no se pagaban las cinco últimas cuotas de la hipoteca, que según la empresa marítima en liquidación estaban impagas. Entonces comenzaron los problemas.

En condiciones

"A partir de ese día el armador francés también dejó de pagar el combustible y los sueldos de la tripulación. Y no sólo abandonó el barco sino que además presentó un embargo por 900 mil dólares, el dinero que según él gastó en poner al General Manuel Belgrano en condiciones para navegar", dijo Marcote.

El otro embargo que tiene el buque es por la falta de pago del combustible.

El presidente de la cooperativa explicó también que hoy habrá una reunión en ELMA para tratar de resolver la situación del buque y, sobre todo, de su tripulación.

El General Manuel Belgrano tiene un desplazamiento de 8.992 toneladas y un valor aproximado a los tres millones de dólares. Está a punto de ser abandonado en un país donde, según su jefe de máquinas, "una bolsa de arroz vale casi lo mismo que la vida humana".

En la comunicación con su esposa Horacio París pide que "alguien arroje algo de luz sobre esta realidad antes de que los últimos que permanecemos a bordo apaguemos la nuestra y tengamos que abandonar, por primera vez creo, un buque de bandera argentina en un puerto africano y expuesto al saqueo".
GENERAL MANUEL BELGRANO

jueves, 31 de octubre de 2013

PAMPA por Marcelino Vallejo Beck.

CORACERO

Nunca nos acordamos de esos "tripulantes" que eran los mejores
compañeros a bordo.Los perros que habia en casi todos los buques.
Voy a mencionar uno fantastico del CORACERO,se llamaba PAMPA.
Hacia,preferentemente,la guardia de 0 a 4 en maquinas.
Tenia su chaleco salvavidas,hecho con panes de corcho forrados con
lona anaranjada y correas del mismo material.
Cuando tocaban zafarranco,corria al camarote de 2do.contramaestre
que tenia su salvavidas,se lo colocaba e iba rajando a los botes.
Cuando llegabamos a un puerto con estadia suficiente y se deshollinaba
una caldera.luego de bien fria, destapabamos el horno,y era el primero
en pegar un salto y meterse "a inspeccionar".
En general,y sobre todo en tiempos frios,se la pasaba en la maquina.
En puerto,permanecia varias horas en la planchada esperando a los que
venian de tierra,y algunas veces hacia excurciones "de perras",pero en
puertos Ingleses,ni se asomaba.No se porque sabia que las leyes en ese
pais son brabas para con los animales.
Por supuesto tenia toda la documentacion sanitaria al dia.
Una vez tuvimos que dejarlo en Roterdam para operarlo.Los tripulantes
se mataban para colaborar economicamente con los gastos que esto
demandaba.
Volvio en otro barco de la Empresa,en Bs As fueron dos tripulantes a buscarlo
ya que el barco que lo trajo estaba atracado bastante lejos.
Es indescriptible la alegria que mostro este perro cuando se reencontro con
su buque y sus "compañeros"
En una oportunidad estando en Rosario,salio de paseo y perdio el buque.
Comenzo a recorrer la ribera hasta que encontro otro buque de ELMA que
al igual que nosotros completaba carga en Baires.Llego dos dias despues
que nosotros,se tiro al muelle por la planchada y nos encontro enseguida.
Otra alegria para todos.
No los quiero cansar mas,pero tengo alguna anecdota mas del PAMPA.
CORACERO

domingo, 27 de octubre de 2013

28 OCTUBRE 1973 COLISION RIO QUINTO Y BALISADOR USUAHIA

RIO QUINTO

27 Octubre de 1973 el que les habla salio de Buenos Aires con 17 años recien cumplidos por primera vez a navegar en el buque Montevideo de Ivaran Lines. Imaginense primera noche a bordo con el ruido de esas maquinas y la vibacion del buque de dormir nada . alrededor de la 1 de la mañana del 28 abre la puerta del camarote mi viejo y me dice se hunde un barco , yo medio dormido y con el julepe del primer dia entendi se hunde el barco , sali del camarote en calconcillos y como rata por tirante, mi viejo me dice que haces' no decis que se hunde el barco , no se hunde un barco . fue la colicion del Rio Quinto con el Uauahia donde fallecieron 24 tripulantes del balizador . nosotros como buen barco griego no podiamos poner en marcha los botes asi que fuimos los ultimos en rescatar dos tripulantes. Se imaginan el jabon que tenia jorgito en ese momento pañales descartables jajajaja

USUAHIA

viernes, 11 de octubre de 2013

RIO TEUCO Puerto de Saint John, Canadá, verano septentrional de 1987 por Horacio Insaurralde

RIO TEUCO

Puerto de Saint John, Canadá, verano septentrional de 1987.

En ese viaje del poderoso “Río Teuco” se había reunido un lindo grupo de Oficiales jóvenes, a los que se sumaban Pilotines y también un pasajero ahijado de algún Gerente.

Esa mañana de domingo era radiante de sol, ideal para salir a pedalear hasta la ciudad, que estaba bastante lejos.
Apenas asomaron las bicicletas a cubierta los detuvo en el portalón un canadiense serio y muy elegante, diciendo que era el Jefe de Seguridad e Higiene de la terminal (título apabullante pero totalmente desconocido para cualquier argento en esa época) y prohibiendo la salida de los rodados. La causa era simple: las bicicletas habían estado en contacto con tierra, barro, polvo, lo que sea, “sudamericanos” y por ello podían contaminar el glorioso suelo canadiense con enfermedades y pestes varias.

Los colegas llamaron al Oficial de Guardia, que casualmente era este escribiente, por entonces con la mitad de edad de la que tengo ahora, pero todavía con el doble de paciencia necesaria para tolerar al máximo la estupidez humana.

Pacientemente escuché las razones de Mr. Safety y le comenté que las bicicletas habían rodado antes por puertos de sus inestimables vecinos sureños, como Jacksonville, Savannah, Baltimore, Philadelfia y hasta la bendita Gran Manzana.

Ante su persistente negativa, pregunté si se podía solucionar el tema mediante una fumigación de las bicicletas, así que apenas aceptó la propuesta, apareció como por arte de magia entre mis manos un aerosol de Raid mata moscas y mosquitos, con el que procedimos a rociar las ruedas, rayos, cuadros, el manubrio, el inflador y por las dudas, hasta los timbres.
Apenas desembarcaron todos con sus rodados legalmente descontaminados y el conforme del aguafiestas canadiense, le entregué el tacho de Raid al Marinero de Guardia, pidiéndole que me avisara si este tipo volvía a aparecer en cubierta.

Media hora después efectivamente volví a la planchada, donde el Marinero había impedido el libre paso de Mr. Safety. Me acerqué blandiendo el tubo de Raid, agachándome y amagando rociarle sus relucientes zapatos de charol.

El hombre retrocedió de un salto, preguntando si me había vuelto loco.

Todo lo contrario, le dije, simplemente estaba tratando de descontaminar sus zapatos para evitar que pudiera pisar la cubierta de MI barco con tierra, barro y polvo canadienses, contaminados vaya uno a saber con qué pestes !!

Naturalmente el tipo huyó despavorido por la escala real y extrañamente en los días subsiguientes nadie más se atrevió a acercarse al Teuco, ni siquiera para tratar de explicarnos algún otro tema interesante sobre “Seguridad e Higiene”…
RIO TEUCO

viernes, 27 de septiembre de 2013

LOS PIRATAS DEL MAR VUELVEN AL ATAQUE por Jorge Alberto Camaño

MENDOZA
 Los piratas del mar vuelven al ataque


Ocurrió la calurosa noche del 14 de noviembre de 1986, en el estrecho de Malacca.

El Mendoza -un barco mercante de la empresa argentina ELMA con 33 tripulantes, 15.000 toneladas de desplazamiento y 150 metros de eslora-, se acercaba a Singapur proveniente de Japón. Llevaba productos industriales japoneses e iba a cargar caucho para Sudáfrica, Brasil y la Argentina.

"Tenía que llegar a las 12 de la noche al puerto de Singapur, pero una hora antes me avisaron que no podía entrar hasta las seis de la mañana -dijo a La Nación Carlos Azzone, de 59 años, capitán del Mendoza-. Tuvimos que dar la vuelta y reducir la velocidad."

A las 3 de la mañana, Azzone estaba descansando en su camarote cuando se abrió la puerta y se asomó una cara malaya, de rasgos patibularios. De inmediato aparecieron otros tres, armados con machetes y vestidos con jeans y camisas blancas de mangas cortas.

Maniataron a Azzone y lo llevaron a una sala donde estaba la caja fuerte. "¡Money, money!", gritaban. Al abrir la caja y ver que allí había cuatro pistolas, arrojaron a Azzone al piso. Además de las armas (que luego aparecieron escondidas entre los cabos de la popa), se apoderaron de unos 1600 dólares del capitán y de unas cadenas de oro. Los piratas pensaban que ése era todo el dinero que había en el buque, pero la plata del Mendoza -que eran más de 30.000 dólares- estaba en la comisaría, con el administrador, lo que no es muy común en los buques.

Antes de partir, los piratas encerraron al capitán en su camarote. Pero, ¿cómo puede ser que nadie los haya visto abordar el buque? A las 3 de la mañana, en un barco mercante sólo están despiertas cuatro personas: un oficial y un marinero en el puente, un oficial de máquinas y un foguista o un engrasador en la sala de máquinas. Los que estaban en el puente sólo miraban hacia proa, porque se trata de una entrada de puerto muy peligrosa.

"Con dificultad, logré entrar al baño del camarote y golpeé una de las paredes con el duchador. Como no me escuchaba nadie, volví al camarote", relató Azzone.

Maniatado, corrió con los dientes la cortina de la ventana y la luz del camarote se proyectó en la cubierta, bajo el puente. "Comencé a hacer señales Morse con el interruptor de la luz: SOS, SOS. Entonces me vinieron a sacar", relató. Para ese momento, los piratas -seguramente en una lancha con motor fuera de borda- ya estaban muy lejos.

A partir de ese incidente, ELMA tomó mayores precauciones, como poner siempre a alguien vigilando la popa. Los piratas se valen del factor sorpresa, lo que constituye su mejor arma, y estar desprevenido es facilitarles el ataque.

En los 14 años que hizo esa ruta, Azzone no sufrió ninguna otra situación de peligro serio. Vivió otros incidentes, como salvar en tres ocasiones a refugiados vietnamitas, pero ésa es otra historia. .

MENDOZA

miércoles, 11 de septiembre de 2013

EMBRUJO TUNECINO (COSAS QUE PASAN) por PicaPalo



EMBRUJO TUNECINO

De subida. Línea NEYRU con itinerario nutrido como pocos.-

Puerto de Bordeaux de mi amada FRANCIA en un agudo invierno a fines de los 80. Un entrañable buque de ELMA que se resistía a su réquiem final descansa surto a muelle.-

Él sabía que era su última vez con nosotros. Sus nanas - por sus dueños no atendidas al ya ser anciano aunque no lo era tanto - no impedían que ÉL continuara sintiéndose un pez en el agua.-

Aún era temprano para que mostrara sus heridas no curadas. Mientras lo rememoro para contarlo, mi dolor solidario hacia ÉL renace… Muy bien se mereció que cuando lo evoco lo haga con mayúsculas. Y ÉL era de construcción nacional, lo parió!

Más adelante, como aquel viejo “flete” que sabedor de su destino final, pese a tener los vasos descascarados, herraduras perdidas y el lomo lleno de mataduras, sigue adelante rumbo a la querencia cuidando que su jinete - que viene acunado por Baco y sus efluvios - termine con sus huesos en el suelo.-

El muelle, como en otros tantos puertos europeos, estaba lejos del mundanal ruido, muy lejos…

En la línea NEYRU, al igual que otras menos Lejano Oriente, la divisa se pagaba en la moneda del puerto donde se cobraba. Por entonces el “Euro” no estaba ni en la imaginación más prolífica. Así veíamos pesetas, escudos portugueses, florines/chelines/libras británicas, francos franceses y – los más buscados por su reconversión posterior en BUE a dólares eran los marcos alemanes. También estaban las coronas danesas y suecas, los florines, los rublos, zlotis y un rosario de “currencies” que ahora me olvido pero que no eran las que usábamos para acobachar.-

En general, cuando buscábamos volver a casa con algún chiribín en el bolsillo, tratábamos de acumular lo más posible para liquidar en Hamburgo, no obstante, en los puertos anteriores algo había que manotear para poder disfrutar en tierra.-

Habíamos sacado unos pocos francos y con otro sátrapa nos fuimos a pasear. A la salida del puerto y ubicada relativamente cercana había una parada de bus. Allí nos dispusimos a esperar el paso de algún servicio. En Europa, a diferencia del tercer mundo, ya sabemos que los ómnibus no suelen tener frecuencias destacables, pero ese día tuvimos suerte, en pocos minutos llegó el bondi.-

Yo tuve abuela materna con marcado ascendiente francés, de hecho su apellido de soltera era “Masounave”, mi vieja era maestra de francés recibida en la “Alliance Française”, y como no podía ser de otra manera yo hablando francés era un BAGARTO… Apenas si me daba para el “gracias”, “de nada”, “buen día”, “cuánto cuesta” y “andá a la *@/=[+]#¬”. Por eso – en el país de los ciegos – como buen tuerto yo era el rey. Como se imaginarán quedé a cargo de comprar los boletos en virtud a mi fluidez de la lengua local…

Los tickets generalmente se debían comprar anticipadamente en los kioscos y diferentes lugares de venta antes de subir al ómnibus, pero en este caso Napoleón estaba con nosotros y el chofer también los vendía.-

Llegó el bondi.-

Venía lleno. Gente parada, cosa que no era muy habitual, se vé que embocamos una hora pico o algo semejante, pero – aunque “de dorapa” – podíamos viajar. Mi socio de infortunios subió primero ya que yo era quien compraría los boletos.-

El Comisario había dicho: “la agencia no trajo cambio, el que quiera divisa se lleva 100 francos, si nó no hay. No me jodan…” Por lo que los dos salimos con 200 francos en dos billetes de 100 cada uno de nosotros.-

Si bien en el bus había gente parada tampoco era el 60 a las siete de la tarde. Mi socio quedó tomándose de los pasa-mano del techo cerca de mí y yo frente al chofer.-

La apariencia del conductor me lo daba más ubicado en un ya decrépito personaje de Titanes en el Ring que tuvo que abandonar la briga para luchar con un colectivo y los pasajeros que a la imagen de un verdadero chofer. Casi cincuentón de cejas enjutas y mirada hosca, cuerpo robusto posiblemente retacón, pero no lo podía confirmar ya que estaba sentado frente al volante. Era feo. Y me miraba como tal.-

Tragué saliva con la intención de que los nervios no me cerraran la garganta, a ese señor yo le tenía que pedir dos tickets al centro pero no sabía qué sería mejor, si intentarlo en mi francés de “todo por dos pesos” o ladrarle directamente…

Mirándolo a los ojos - y como quien echa la “falta´envido” con un cuatro en la mano – empostando la voz de tinto carlón del Coco Basile le espeté : “ s'il vous plaît donnez moi deux billets pour le centre-ville” mientras que con la mano derecha le tendía el billete de 100 francos.-

El coso ese bajó la vista un instante y – volviéndomela a clavar – dijo algo así como : “Pas de changement?” por lo que interpreté que me había preguntado si no tenía cambio.-

“Non, je n'ai pas…” le respondí informándole mi negativa.-

“Mais, pas de francs???” volvió a la carga el cátcher frustrado ahora con mayor insistencia…

Si mi memoria no necesita una picareteada creo que cada boleto costaba algo así como cinco francos con algunos centavos, en total no llegaban a 11 francos los dos boletos.-

Le retruqué al simiesco chofer – ahora con voz más firme – “Non, je n'ai pas!!!”

Tornando su mirada como si le hubiesen quitado los maníes insistió : “Et pourquoi???” (Y por qué???)

“Parce que je n'ai pas!!!” (Porque no tengo!!!) Fue mi tajante respuesta ya mostrando mi estufamiento…

A esta altura, mi socio de trapisondas ya había avanzado un buen par de metros hacia el interior del coche buscando disimularse entre los pasajeros como diciendo “a ése de ahí adelante yo no lo conozco”…

Ya desencajado por completo, el acompañante de “BJ” al volante nuevamente cargó : “Et pourquoi???”

Y me cansé…

Ya ni siquiera champurreando franchute y en un porteño mezcla del Abasto y Caminito le mandé : “Mirá Negro, no tengo cambio porque recién llegamos, al taquero no le trajeron cambio y lo único que tengo en el grilo son estos cien mangos. Dame dos boletos macho!”

Obviamente el fulano no entendió nada pero se dio cuenta de que lo único que estaba consiguiendo era atrasar su servicio. Refunfuñando en voz alta, lo cual yo tampoco entendía, tomó mi billete, buscó el vuelto hasta abajo del asiento, me dio los boletos y arrancamos.-

A esa altura de las circunstancias mi socio ya había llegado hasta la puerta trasera y estaba preparado para tocar el timbre y bajarse si las cosas empeoraban… lo que se dice todo un “aguante” el que me hizo…

En ese puerto de buenos vinos estuvimos un par de días.-

Como era invierno la noche se cerraba a las 18:00 hs. No sería más tarde que eso, el crepúsculo había caído, paso por el “detall” de Máquinas que se encontraba abierto y en su interior veo a dos personas ajenas al buque. Uno era un hombre de unos 35 años, de cabello corto, alto y fornido cuyo aspecto remitía a un “Marine”. La otra persona, sentada en una silla, era propietaria de una larguísima y sedosa cabellera de un profundo color negro azabache, que brillaba reflejando la luz de la oficina. Ese cabello le daba marco a un rostro de suaves líneas angulares con generosos labios marcados, ojos de un verde soñado ligeramente almendrados y pestañas que actuaban encandilándome como una lámpara Aldis. El tono de su piel era fugazmente aceitunado delatando raíces moriscas. Sus cejas – presagiando lo que luego encarnaría nuestra criollísima Raquel MANCINI – se mostraban frondosamente pobladas con una cuidada depilación que les daba forma sin atenuarlas. Sentada se la adivinaba de una estatura no menor a un metro 75, y – pese a estar vestida con pantalones y campera de cuero negro como su cabello – sus formas no lograban ser ocultadas. Fue verla y sufrí una “babarragia”…

Él era francés y promotor de un boliche, aparte de francés hablaba inglés, pero a quien joraca le importaba él…

Ella, de origen tunecino, trabajaba también como promotora o algo así. Hablaba sólo francés aparte de su idioma nativo. Ella era la importante…

Un muchacho de Marinería los había recibido en la planchada, pero como el pobre no hablaba casi nada de inglés se había limitado a alojarlos en el detall alcanzándoles café mientras encontraba a alguien que los atendiera. Ese casualmente fui yo.-

Mi mayor esfuerzo era hacerme entender, con ella… Y ella se esforzaba por comprenderme. Estoy de suerte, pensé.-

El “Marine” hacía como que no estaba, si había que acotar algo lo hacía, si no miraba el techo.-

Hablamos un ratito en lo que mi parloteo me permitió, luego ella sacó de su bolso de cuero negro un par de tarjetas del boliche al que representaban, me las puso en la mano, y casi susurrando me dijo que estaría allí esa noche. Luego – al mejor estilo francés – me dio un par de besos en cada mejilla y ambos se fueron.-

Era muy fuerte…

Mis pulsaciones superaban lo imaginable y cualquier termómetro que me hubiese sido puesto habría detonado como pisado por un elefante. A la noche había que ir al boliche. Según lo que manifestaran los representantes estaba a sólo diez minutos del buque.-

La noticia corrió como reguero de pólvora. El Marinero, mientras yo estaba “con ella” en el detall, iba comentando lo que yo le traducía y a su vez lo desparramaba con el resto de la tripulación. Después de la cena, cerca de las 22hs - marchamos hacia el establecimiento.-

Éramos un montón en procura de jolgorio. Hacía frío pero no nos importaba, ya nos calentaríamos al llegar…

Llevábamos más de quince minutos de infantería a paso vivo y ni señales del boliche. La idea de estar yendo en rumbo equivocado crecía cada vez más. Los “diez minutos” sentenciados por los promotores posteriormente nos enteramos que no eran caminando sino en auto. Obvio que las distancias eran muy diferentes.-

La incertidumbre de “wrong way” era fuerte, pero las ansias del paraíso terrenal en la figura representativa de ojos verdes y piel morisca la superaba desproporcionadamente.-

En un momento pasamos por debajo de un edificio de departamentos. En el balcón del primer piso, pese a la hora y el frío, se hallaba su propietaria. La misma – cercana ya a las cuatro décadas de Arjona - sostenía en su brazo izquierdo su mascota, ésta era uno de esos canes tipo “bijouterie” como luego proliferaran en suelo argento formando parte del vestuario de algunas rutilantes figuras de la farándula telúrica.-

Desde abajo, deteniéndonos bajo su balcón, saludé a la dama y en mi característico francés le interrogué si estábamos bien encaminados hacia el antro señalado. La franchuta, al oír el nombre del boliche, largó una sonorísima carcajada mientras con el brazo y mano derecha nos señalaba que continuáramos en la misma dirección que traíamos. Sin que ella dejara de reírse le pregunté si aún nos faltaba mucho, lo cual fue respondido con una enérgica sacudida de cabeza de un lado al otro manifestando así su respuesta negativa. Luego, aún riéndose, se fue hacia adentro de su vivienda.-

Continuamos la marcha.-

Estimo que antes de haber recorrido unos quinientos metros, desde lejos, divisamos carteles luminosos que nos hacían intuir que nuestro destino estaba próximo. Faltando menos de una cuadra adivinamos la figura del “Marine” en la puerta quien – recíprocamente – al advertir nuestro arribo dejó la puerta y se metió dentro del local.-

La satisfacción de haber cumplido exitosamente mi papel de cicerone me henchía el pecho, por eso me puse al final de la cola, dejando que mis guiados tomaran la iniciativa y fuesen ellos los primeros en abordar el templo anhelado.-

Cuando el primero de nosotros iba a transponer el umbral de la puerta de acceso, desde adentro el sonido – al mejor estilo Johnny ALLON con su “cambiáme la música!!!” dejó lugar a los acordes de “La Cumparsita” con un marcado volumen. Cual nuestro arribo a Hamburgo por el Elba era honrado con el himno nacional, aquí se nos agasajaba con ritmo rioplatense. Qué nivel, loco!!!

Cuando faltábamos sólo un par de paseantes par para poner nuestros pies en el interior del templo profano se produjo un raro fenómeno. Los que ya habían ingresado regresaban protagonizando una estampida peor que la generada por una inspección de AFIP en La Salada. En la avalancha humana nos empujaban hacia afuera a los que – desconcertados – taponábamos la vía que, habiendo sido de entrada, ahora era literalmente de escape.-

Los que ganaban la calle, sin correr pero a paso vivo, tomaban camino inverso al anteriormente recorrido para llegar. Al pasar por mi frente aludían a no sé qué cosa de mi hermana, de mi madre, de mi abuela y demás componentes de mi familia y cercanías. Análogamente me aseguraban que yo no iba a sufrir de hemorroides luego de no recuerdo qué procedimiento que me aplicarían del que garantizaban su efectividad…

El templo había sido un boliche gay.-

Fueron unos días terribles a bordo. Hasta tanto la cuestión se fue diluyendo. Como prevención a un pase de factura por mi fallido cerraba con siete llaves mi camarote.
RIO CALCHAQUI

RIO CALCHAQUI

martes, 3 de septiembre de 2013

CHICHO GRANDE y CHICHO CHICO .B/M RIO GUALEGUAY por Andres Cornejo

RIO GUALEGUAY
  Recuerdo una ocasion en Genova pintando la proa con Dos Santos, colgados del catamaran, el tano iba y venia por el muelle y por la cubierta controlando el trabajo, en un momento, para facilitar el alcance del rodillo, ponemos de costado el catamaran y me ubico en el extremo para hacer de contrapeso para así mi compañero tuviera mas estabilidad para pintar, quien haya estado en la misma tarea entenderá esto, cuando el tano me ve que estaba sin hacer nada empezó a los gritos como era su costumbre...." La maculata..." decía y se mordía el indice jaja , me saca del catamaran y lo deja solo al otro colgado de la pluma ...me da una rasqueta y un martillo y a los gritos me manda a popa a abrir un tambor de aceite para preparar la jabonada para lavar pintura....al menos eso fue lo que entendí, ya que siempre le decía que no gritara porque yo no le entendía cuando gritaba.., pateando cancamos de la bronca, me voy a popa , encuentro los tambores y agarro uno y le empiezo a dar maza para abrirlo, termino de hacerlo , saco la tapa y....Sacre Bleu...! estaba lleno de aceite...! ! ! ! miro los otros 2 , uno lleno y otro vacio....! Que pedazo de Bol.....pense..! de la bronca que tenia ni cuenta me di que agarre uno lleno jaja !
RIO GUALEGUAY
 Ugh.. El tano me degüella pensé ...! asi que decidí con mi mejor cara de poker, invertir el cargo de la prueba, como se dice ahora jaja ! rápido como escupida de músico me voy al pañol de proa donde estaba el tano luchando con los alambres de la gaza nueva del elástico y muy serio le digo...ya esta lo que me pidió Contra...! sin darme mucha bola hace un gesto que interprete como OK, entonces le digo...que hago con el aceite qeu tenia adentro ? la pregunta lo tomo de sorpresa y se le escapo un alambre y le pego en la cara....y me dice....que aceite ...? si estaba vacío ..? no me digas que abriste uno lleno...? me mira furibundo y sale del pañol corriendo a popa...lo sigo a prudente distancia ..( por las dudas jaja )
RIO GUALEGUAY
Cuando llegamos a popa y ve el tambor abierto lleno de aceite y el vacío tapado , la cara se le cambiaba de color..pasaba del sonrosado al rojo furioso, balbuceando me dice ...no ves que este esta lleno y este esta vació..? La maculata...!! Tano...la culpa es tuya .-le digo- Vos sabes qeu soy medio lento pa entender...! Cuando vos gritas no te entiendo nada y me pongo nervioso y angustiado..., vos me dijiste abrí un tambor y yo abrí un tambor..! 
Con el rostro desencajado de furia o de presión y mirándome con los ojos desorbitados se marcha rápido al casillaje... pensando como seria volver en avion a casa desde Genova entre al casillaje y lo veo al enfermero tomándole la presión con gesto serio y preparando una jeringa.... a partir de ese incidente , nunca mas me grito y me explicaba 5 veces qeu era lo que el queria que yo hiciera jaja ! Chicho....te quiero jaja ! FIN DE LA ANECDOTA...                 ANDRES CORNEJO

domingo, 25 de agosto de 2013

POLIZON EN EL GLACIAR PERITO MORENO por Martin Becerra

GLACIAR PERITO MORENO

DE POLIZONES!
Era el fin de una tarde soleada sobre la costa de Normandia,el Glaciar Perito Moreno surcaba las agua del estuario del rió Sena, dejando atrás el puerto de Le Havre en camino a Rotterdam, donde llegaríamos al día siguiente.
Finalizada la maniobra de salida, decidí subir por la escalera interna que comunicaba la sala de maquinas con la chimenea y de ahí salir a la cubierta de botes, para observar la densidad y color del humo que emanaba del motor principal al cual durante le estadía le habíamos realizado un cambio de inyectores.
Sorprendido quede al mirar hacia arriba y ver que sobre el artefacto que lucia la contraseña de nuestra querida ELMA, flameaba algo que no podía identificar, podía ser un trapo, estopa o algo similar. Mas anonadado quede al darme cuento que aquello que movía el viento era el cabello de una persona y debajo del cual había un par de ojos que me observaban.
No hacia falta pensar demasiado para darme cuenta que estaba en presencia de un polizón.
Fue así que me traslade al puente de mando y di aviso al personal de guardia, quienes a su vez se lo comunicaron al Capitán don Ernesto Clutterbuck, dicho sea de paso, un señor con todas las letras! quien organizo dos grupos que instaron al hombre a bajar de la chimenea, a lo que accedió sin ningún tipo de resistencia.
Se trataba de una persona joven, de unos 25 años aproximadamente, de tez morena, dijo ser Marroqui, habia subido en Francia y su idea era quedarse en Hamburgo o sea , nuestro ultimo puerto.
Esa noche se le brindo alojamiento y comida como a cualquier tripulante. Al día siguiente al arribar el buque a Rotterdam, el Capi denuncio el hecho a las autoridades Holandesas, quienes procedieron a la detención del polizón.
Pero, grande fue la sorpresa, cuando luego de dos días de estadía y listo el barco para soltar amarras, los Holandeses le entregaron nuevamente el detenido al Don Ernesto para que se haga cargo del mismo.
Al llegar a Hamburgo, los Alemanes, que ya estaban enterados del "ilegal" que traíamos a bordo, procedieron de la misma forma que sus vecinos y se llevaron al hombre hasta que el buque estuvo de salida y lo depositaron nuevamente en el mismo.
Debo aclarar, que, no recuerdo como ni en que momento se le encontró al muchacho, escondido en su bolso, un boleto de avión que servia para viajar de Paris a Bombay
que ya había sido usado, y en el cual figuraba la leyenda "deportado".
Esto daba por tierra su versión de que era Marroqui y dejaba asentado que era Hindu, ademas comprobaba que ya había sido enviado de Francia a La India y de alguna manera regreso.
Y así fue que con el polizón a cuestas comenzamos a desandar los 16 días de navegación que nos separaban de Bs As.
El hindú, que se movía libremente por toda la nave, pidió colaborar con los trabajos de la misma,fue entonces que se lo asignaron al contramaestre para tareas livianas en cubierta. Pasados unos días,comento que esa actividad no le agradaba y quiso pasar a la cocina, lo cual le fue concedido.
Un párrafo aparte merece su trato hacia mi persona quien había sido su descubridor entregador y ademas le habia arruinado sus planes de vida en Europa.
Si bien nunca dijo nada al respecto su mirada y trato evidenciaban que yo no era justamente su amigo.
Con el correr del tiempo fue ganando mas beneficios por parte de la muchachada quienes le obsequiaban chocolates, cigarrillos,vino, etc.
Aquí comenzaron los problemas, pues fue mostrando su verdadera personalidad, que no era tan sumisa como aparentaba, y cuando el alcohol hacia efecto empeoraba notablemente.
Llego el primer asado de bajada, y hospitalidad marinera de por medio, mi amigo fue invitado. Luego de la ingesta de chinchus, chori,carne y vino Comenzaron de su parte algunas bromas pesadas hacia algunos tripulantes, por lo que se lo "invito" a retirarse de la reunión que se realizaba en cubierta.
Rato mas tarde, cuando el asado había culminado, subo a la cubierta de comedores para tomar un café en compañía del cocinero, al pasar por la comisaria notamos como el polizón acosaba en forma verbal y ya casi físicamente a la pilotina de comisario, al increparlo por esta acción el hombre se me abalanzo y nos tomamos a golpes pero rápidamente nos separaron, el cocinero, un marinero y el Comisario que apareció repentinamente.
Lo primero que hizo el hindú fue correr a contarle al Capitán que yo lo había agredido, obviamente los testigos dijeron la verdad y la orden del Máster fue, cero alcohol para mi amigo y al menor disturbio encerrarlo en un camarote.
Así fue como llegamos a Bs As, donde tomaron intervención las correspondientes autoridades de nuestro país y la embajada de la India.
Mientras se llevaban a cabo las negociaciones y sabiendo de la audacia del muchacho, la orden fue mantenerlo encerrado en un camarote ya que por el gran movimiento de gente que se registraba a bordo en el puerto de Baires se hacia difícil controlarlo.
Así y todo, el amigo volvió a mostrar su astucia escapando por el ojo de buey y deslizándose por los cabos de amarre hacia el muelle.
Lo que no sabia el hombre de la India, era, que en estas latitudes existía una raza denominada "pasteros" ( para los que no lo saben, son personal se inteligencia de Prefectura que solían vestirse de civil y camuflarse entre el personal portuario).
uno de esos hombres observo los sigilosos movimientos del fugitivo y sospechando que era alguien que llevaba mercadería de contrabando en su bolso procedió a detenerlo, al enterarse del caso lo traslado nuevamente al GPM, donde ya con medidas de seguridad mas estrictas quedo detenido.
La historia culmina con el viaje de regreso a Le Hvre con el polizón a bordo donde lo esperaba las autoridades Francesas e Hindúes para presuntamente mandarlo nuevamente a su país.
No hice ese viaje ya que quede de licencia, pero supe de nuevos problemas entre tripulantes y el afortunado. Digo afortunado, porque si en lugar del Capitán Clutterbuck
Hubiese habido un Griego o algo parecido, el final del amigo Hindu no hubiera sido tan agradable.
Esto habla de la honestidad y hospitalidad del Marino Argentino.       Martin Becerra
GLACIAR PERITO MORENO

GLACIAR PERITO MORENO

domingo, 11 de agosto de 2013

RIO CORRIENTES EN EL MAR DEL NORTE por ANDRES CORNEJO

RIO CORRIENTES

RIO CORRIENTES

RIO CORRIENTES
Una noche de fuerte nevisca y marejada, cruzando el Canal de la Mancha, en la guardia de 16/20, el Capi, molesto con los cadetes xq dejaban las cortinas corridas de los ojos de buey del frente, que creaban un reflejo molesto para el practico de MdN, me indica que baje hasta la cubierta de la bodega frigorifica a verificar cantidad y ubicacion de los camarotes infractores...Con este frio.. -pense-..me puse el abrigo y mi socio de guardia y el 1º de Cub, me indican cuidado al abrir la puerta de chapa qeu comunica el pasillo de la cub al exterior por el peso de esta y el viento de proa...con esta indicacion y con una linterna me dirijo al lugar.... al salir al pasillo noto por el viento que habia que la puerta estaba abierta...al asomarme a la cubierta me parecio notar movimiento de personas ... pero la oscuridad, el aguanieve y el frio me hizo dudar...ademas , los que estuvieron por ahi en invierno y mal tiempo coincidiran conmigo con que no era un lugar para mirar las estrellas jaja.Verifico las ventanas abiertas y un ruido a flameo me llamo la atencion...me acerco al espacio entre el guinche de la pluma y la grua y me encuentro con 2 cadetes....Que hacen aca..? pregunto, Shhhh...me dicen a coro ...y aparecen 2 mas....No digas nada..- me piden - ....tendran un bagallo aca ? pense...Uno de ellos....( Sr Capitan en la actualidad..) me dice ..veni a ver....en el camarote qeu hacia esquina en esa cubierta se notaba una linea de luz entre el borde de a cortina y el marco de la ventana, en la cual se podia ver el espejo que adornaba un escritorio y el cual daba una panoramica de todo el camarote , en especial del baño ......En ese camarote viajaban unas damas que tenian por costumbre tomar una ducha antes de la cena....subi agitado al puente , di mi informe, ( el de las luces ) y tome el timon...


                        
Moraleja...hasta en los momentos de mal tiempo es bueno darse una vuelta por cubierta jaja ! Sin hace nombres hay 3 personas de este grupo que pueden dar fe de la situacion jaja !

HONESTIDAD TOTAL M/N LIBERTAD cruceros a la ANTARTIDA Por Cap Juan Carlos Carrion

CRUCEROS A LA ANTARTIDA

LIBERTAD


En el bote...

En el bote, en los viajes a la Antártida, se llevaban casi cincuenta pasajeros.- El “Libertad” contaba con sus propios botes salvavidas, que se usaban menos que los dos ,mas grandes, provistos por la Empresa.
 Eran el “verde” y el “rojo”, que acomodados en la cubierta de proa debian ser arriados  por medio de las plumas de bodega uno.- Maniobra que se hacía a la llegada a cada sitio de visita, colgando el oscilante bote en un gancho de estiba y con Oficial, marineros y maquinista,descendía lentamente hasta el agua. Ahí se desprendía el gancho y si el motor arrancaba , salía la embarcación rumbo a la plataforma flotante al pié de la escala real.-
 El pasaje, en cada grupo reconocido por sus clips de color, embarcaba y al finalizar la maniobra se salía rumbo a los lugares de paseo.-
 Pinguineras, pequeños o grandes glaciares, ensenadas, avistaje de orcas o fotos a los lobitos durmiendo en los bandejones de hielo.-
 Todos los pasajeros enfundados en sus “parkas” naranja, sus chalecos salvavidas, sus botas antárticas, sus gorros multicolores, sus  guantes y sus camaras fotograficas estibados tipo sardina en lata.-Y en la popa del bote, agradeciendo mentalmente a varios santos marítimos que el bote no se hubiese desprendido del gancho, o que tanta gente delante permita distinguir una cabeza de lobito de peñasco granítico a flor de agua, el Oficial de Cubierta.-
 En este caso, con su uniforme gris sencillo, cubierto con un camperón azul provisto por la Empresa y con gorrito ad-hoc tejido a mano.-

Atento a los tempanitos, a las piedras, en un canal se cruza con el otro bote.-
 Al comando está Hardoy, viejo conocedor, con varios “cruceros” de turismo en su haber.-Pero Hardoy no usa camperón azúl.-Suele vestir uniforme azul, costumbre de buques de pasaje, y ahora cubierto con “montgomery” de lana inglesa, gorra, pipa y bufanda blanca al viento.- Y de pié en la popa de su bote nos saluda con la mano.-
 Hay una señora en mi bote.-En la bancada de popa.- Pregunta.-
 -Ese Oficial, quien es?- Le explico que uno de los dos Jefes de Cubierta, en realidad el mas antiguo.-
-Y usted que es? -  Le explico mientras contesto el saludo.-Y yo soy el otro Jefe de Cubierta.-El mas joven.-
-¡Ah, ese si que parece un marino!!!

  Lo que se dice honestidad brutal.-

viernes, 9 de agosto de 2013

POLIZONES ARGENTINOS , RIO OLIVIA por PEDRO DANIEL AMITRANO

POLIZONES ARGENTINOS
RIO OLIVIA

RIO OLIVIA
Hace un tiempo que estoy forzando a mi neurona intentando recordar los detalles para poder subir la historia (sin éxito) porque fue un hecho nada común, pero no hay caso... no lo logro. Apelo a los integrantes del foro, si hay alguno que participó en la maniobra: B/M Rio Olivia, Línea Mediterráneo, año 82/83, de bajada hacia Baires, Latitud y Longitud: en "medio del charco", nosotros (los marineros) nos enteramos a último momento, pero un buque (creo que un gemelo al Olivia) de nuestra ELMA de "subida", proveniente de Santos y con destino a algún puerto Europeo, traía una carga "indeseable": 2 polizones argentinos. La cuestión es que, previa comunicación entre los dos comandantes (ignoro si con autorización u orden desde la empresa) deciden encontrarse en un punto del ancho Océano Atlántico para hacer el "alije" de los dos (parece ser que en el puerto de destino nunca iban a permitir el desembarco de polizones) De tal modo que se realizó toooda una maniobra de zafarrancho, escala de práctico nosotros, bajada del bote salvavidas de ellos,con dotación completa, suben los 2 a bordo del Río Olivia (previamente habían instruido al carpintero, dos marineros y el cabo para estar muy atentos a dominar físicamente, por las dudas se rebelen, a los dos "pasajeros") Los dos pibes (unos 25/28 años) tenían un miedo terrible y sin ofrecer la más mínima resistencia fueron llevados al camarote del Capi quien les puso los puntos sobre reglas de comportamiento y conducta durante lo que quedaba de viaje hasta llegar a Buenos Aires. Por supuesto, los dos fueron destinados a convivir con nosotros, y nos contaron: Habían subido al buque en el puerto de Santos mezclados entre los estibadores, con equipaje mínimo, se escondieron durante dos días en el pañol de popa, cuando los apremió la sed y el hambre, decidieron subir y darse a conocer, pidieron hablar con el Capitán, explicaron su deseo de llegar a Europa en busca de un mejor destino para sus vidas y ofrecieron "pagar" pasaje y comida a cambio de cualquier tipo de trabajo que le indicasen, manifestaron estar dispuestos y ser voluntariosos. Aparentemente, el comando accedió a ello y se los dejó a órdenes del Contramaestre, los muchachos laburaban contentos en cubierta, pintando, barriendo o lo que el Contra les indicase, ayudaban a lavar platos, eran bien tratados por la tripulación y todo marchaba sobre ruedas. No les resultó extraño cuando el tercer oficial los invitó a participar de un zafarrancho de abandono, práctica habitual entre los hombres de mar, con arrío del bote salvavidas inclusive, ellos se dirigieron a sus posiciones contentos y expectantes, sobrevino el pánico cuando, disimuladamente, un tripulante arrojó sus bolsitos dentro del bote segundos antes de comenzar a bajarlos. Nos contaron que se les vino a la mente todas las anécdotas que habían escuchado sobre barcos griegos que arrojaban a los polizones al mar. De allí, el miedo con que subieron a nuestro buque, habían imaginado que en lugar de traspasarlos a otro buque argentino, serían arrojados a los tiburones!! Durante el viaje (unos siete días) se comportaron de manera excelente, colaboraban en todas las tareas que les asignaba el Contra, y querían ayudar en todo lo que le permitiesen. Una vez atracados en el puerto de Baires, subió a bordo una comisión de Prefectura, directo al camarote del Capi quien pidió que no sean bajados con esposas y los recomendó por su buen comportamiento. Nosotros los despedimos con cierta pena, imaginábamos que le depararía prisión. Sorpresivamente, esa misma noche, vinieron a cenar al Olivia!!! Yo me desembarqué de ese buque y a los 40 días embarqué en el Tierra del Fuego II hacia el Mar del Norte, primer puerto, Montevideo, desde allí hacia Santos, cuando a la noche me dirigí hacia el "templo" en la rua da perdiçao a degustar uma cerveja, para mi sorpresa, estaban los dos polizones nuevamente en Santos!!! Esperando y estudiando las posibilidades de "colarse" en algún buque, por supuesto, en ninguno de ELMA!!!
RIO OLIVIA


lunes, 5 de agosto de 2013

LA ARGENTINA DESORIENTADA por JUAN CARLOS CARRION

ARLANZA


                       La Argentina desorientada......               febrero 2002                                                   


117-CXVII                      La historia del cencerro                                   


Cuando el padre de Juan apacentaba los bueyes en los campos de Santibañez de Vidriales el retintín del cencerro se escuchaba hasta en las aldeas vecinas.  El hubiese querido ser escuchado en La Bañeza, en una tarde clara de agosto, pero se sabe los bueyes son seres muy tranquilos y no mueven mucho el cabestro.  Y La Bañeza está un poco lejos.

Su cuerpo acampanado era, en rigor de verdad es, de latón y cubierto con una capa de cobre que en algunos sitios cuesta trabajo distinguir.  El badajo es una ramita de encina tallada por el propio padre de Juan cuando niño, y las puntadas y nudos en el cuero que lo sostuvo tantos años, son de puro tiento.

Así que desde su sitial en la yunta que tiraba del arado tuvo desde siempre una vista privilegiada de esa tierra de terrones duros y colorados, de una tierra en cuchillas que apenas daban unas viñas y dejaban crecer algunos chopos y encinas.  Como esas que acaba de plantar su dueño.

En la casa lo colgaban en la pared de adobe de la planta baja y ahí pasaba la noche mientras el amo y su familia dormían en el piso de arriba aprovechando el calor de las bestias.

Un día notó que algo raro estaba pasando.  Su dueño se estaba despidiendo de sus hermanas y de sus padres.
Se iba a la América.

Él ya sabía que el hambre estaba llevando a los mozos del pueblo a más allá de ese mar del que se hablaba en las largas noches a la luz de la lumbre de sebo.
Sintió que una mano joven y rugosa, la de su dueño, lo descolgaba de la pared del establo.
- Tu te vienes conmigo, así no me olvido nunca de donde vengo.

Y cruzó el mar en la bodega de un buque inglés, junto a maletas de cartón y baúles de cuero y supo por los vecinos mas cultos que el barco era muy grande y se llamaba " Arlanza" y su destino final era un puerto muy bonito en un país enorme llamado Argentina.
Y lo colgaron en la puerta de una pensión para que su sonido delatase la entrada de la gente.  Y un día entró Crescencia y se quedó y otro día la partera y con ella apareció Juan.

Y Juan fue creciendo y el cencerro primero fue compañero de juegos y mas tarde volvió a servir de llamador en la casa que el padre hizo en un pueblito muy bonito.

Y Juan se hizo marino mercante.  Y visitó la tierra de su padre.  Y un día volvió a casa hablando de cómo había cambiado el pueblo.  Y de que se habían repartido las tierras y que ahora las autopistas pasaban cerca y que las casas de adobe fueron dejando paso a otras modernas . Y que la gente trabajaba y estaba contenta y que siempre extrañaban a los que se había ido tan lejos, sobre todo ahora que los mas viejos descansaban en el cementerio de la iglesia vieja y que estaban construyendo otra porque aquella había perdido el techo.  Y de cómo habían crecido los árboles que plantó el padre de Juan.

Y Juan se casó y se lo llevó con él al departamento que compró para Marcela y para el hijo que esperaban.  Y fue un niño.  Y Juan siguió navegando y el hijo creciendo . Y un día el padre de Juan llegó al departamento y estuvo contándole al nieto historias del pueblo, de las fincas, de las ruinas romanas, de los bueyes y de él, el cencerro.  Y estuvieron un buen rato mirándolo, abuelo y nieto.

Ese fue el día anterior a que se muriese el abuelo.  Y Juan volvió de viaje y se jubiló y luchó para poder seguir viviendo después de tantos años de trabajo y su hijo se recibió de mecánico y puso un taller y lo tuvo que cerrar porque las deudas crecían mas que sus clientes.

Y ahora lo descolgaron otra vez.  Y nuevamente dentro de una valija de tela se dispone a cruzar el mar.  Pero en avión.  Y le parece que Juan algo lagrimeó cuando abrazó a su hijo en el aeropuerto.  Pero él está contento porque sabe que vuelve al pueblo.  Otra vez a Santibañez de donde saliera hace ochenta años con el abuelo de su dueño actual. 

Santibañez de Vidriales en Zamora ,donde ahora no hay mecánicos.  Ahí va el hijo de Juan a poner su tallercito.

Y el cencerro está contento.

Como un cencerro.