domingo, 25 de agosto de 2013

POLIZON EN EL GLACIAR PERITO MORENO por Martin Becerra

GLACIAR PERITO MORENO

DE POLIZONES!
Era el fin de una tarde soleada sobre la costa de Normandia,el Glaciar Perito Moreno surcaba las agua del estuario del rió Sena, dejando atrás el puerto de Le Havre en camino a Rotterdam, donde llegaríamos al día siguiente.
Finalizada la maniobra de salida, decidí subir por la escalera interna que comunicaba la sala de maquinas con la chimenea y de ahí salir a la cubierta de botes, para observar la densidad y color del humo que emanaba del motor principal al cual durante le estadía le habíamos realizado un cambio de inyectores.
Sorprendido quede al mirar hacia arriba y ver que sobre el artefacto que lucia la contraseña de nuestra querida ELMA, flameaba algo que no podía identificar, podía ser un trapo, estopa o algo similar. Mas anonadado quede al darme cuento que aquello que movía el viento era el cabello de una persona y debajo del cual había un par de ojos que me observaban.
No hacia falta pensar demasiado para darme cuenta que estaba en presencia de un polizón.
Fue así que me traslade al puente de mando y di aviso al personal de guardia, quienes a su vez se lo comunicaron al Capitán don Ernesto Clutterbuck, dicho sea de paso, un señor con todas las letras! quien organizo dos grupos que instaron al hombre a bajar de la chimenea, a lo que accedió sin ningún tipo de resistencia.
Se trataba de una persona joven, de unos 25 años aproximadamente, de tez morena, dijo ser Marroqui, habia subido en Francia y su idea era quedarse en Hamburgo o sea , nuestro ultimo puerto.
Esa noche se le brindo alojamiento y comida como a cualquier tripulante. Al día siguiente al arribar el buque a Rotterdam, el Capi denuncio el hecho a las autoridades Holandesas, quienes procedieron a la detención del polizón.
Pero, grande fue la sorpresa, cuando luego de dos días de estadía y listo el barco para soltar amarras, los Holandeses le entregaron nuevamente el detenido al Don Ernesto para que se haga cargo del mismo.
Al llegar a Hamburgo, los Alemanes, que ya estaban enterados del "ilegal" que traíamos a bordo, procedieron de la misma forma que sus vecinos y se llevaron al hombre hasta que el buque estuvo de salida y lo depositaron nuevamente en el mismo.
Debo aclarar, que, no recuerdo como ni en que momento se le encontró al muchacho, escondido en su bolso, un boleto de avión que servia para viajar de Paris a Bombay
que ya había sido usado, y en el cual figuraba la leyenda "deportado".
Esto daba por tierra su versión de que era Marroqui y dejaba asentado que era Hindu, ademas comprobaba que ya había sido enviado de Francia a La India y de alguna manera regreso.
Y así fue que con el polizón a cuestas comenzamos a desandar los 16 días de navegación que nos separaban de Bs As.
El hindú, que se movía libremente por toda la nave, pidió colaborar con los trabajos de la misma,fue entonces que se lo asignaron al contramaestre para tareas livianas en cubierta. Pasados unos días,comento que esa actividad no le agradaba y quiso pasar a la cocina, lo cual le fue concedido.
Un párrafo aparte merece su trato hacia mi persona quien había sido su descubridor entregador y ademas le habia arruinado sus planes de vida en Europa.
Si bien nunca dijo nada al respecto su mirada y trato evidenciaban que yo no era justamente su amigo.
Con el correr del tiempo fue ganando mas beneficios por parte de la muchachada quienes le obsequiaban chocolates, cigarrillos,vino, etc.
Aquí comenzaron los problemas, pues fue mostrando su verdadera personalidad, que no era tan sumisa como aparentaba, y cuando el alcohol hacia efecto empeoraba notablemente.
Llego el primer asado de bajada, y hospitalidad marinera de por medio, mi amigo fue invitado. Luego de la ingesta de chinchus, chori,carne y vino Comenzaron de su parte algunas bromas pesadas hacia algunos tripulantes, por lo que se lo "invito" a retirarse de la reunión que se realizaba en cubierta.
Rato mas tarde, cuando el asado había culminado, subo a la cubierta de comedores para tomar un café en compañía del cocinero, al pasar por la comisaria notamos como el polizón acosaba en forma verbal y ya casi físicamente a la pilotina de comisario, al increparlo por esta acción el hombre se me abalanzo y nos tomamos a golpes pero rápidamente nos separaron, el cocinero, un marinero y el Comisario que apareció repentinamente.
Lo primero que hizo el hindú fue correr a contarle al Capitán que yo lo había agredido, obviamente los testigos dijeron la verdad y la orden del Máster fue, cero alcohol para mi amigo y al menor disturbio encerrarlo en un camarote.
Así fue como llegamos a Bs As, donde tomaron intervención las correspondientes autoridades de nuestro país y la embajada de la India.
Mientras se llevaban a cabo las negociaciones y sabiendo de la audacia del muchacho, la orden fue mantenerlo encerrado en un camarote ya que por el gran movimiento de gente que se registraba a bordo en el puerto de Baires se hacia difícil controlarlo.
Así y todo, el amigo volvió a mostrar su astucia escapando por el ojo de buey y deslizándose por los cabos de amarre hacia el muelle.
Lo que no sabia el hombre de la India, era, que en estas latitudes existía una raza denominada "pasteros" ( para los que no lo saben, son personal se inteligencia de Prefectura que solían vestirse de civil y camuflarse entre el personal portuario).
uno de esos hombres observo los sigilosos movimientos del fugitivo y sospechando que era alguien que llevaba mercadería de contrabando en su bolso procedió a detenerlo, al enterarse del caso lo traslado nuevamente al GPM, donde ya con medidas de seguridad mas estrictas quedo detenido.
La historia culmina con el viaje de regreso a Le Hvre con el polizón a bordo donde lo esperaba las autoridades Francesas e Hindúes para presuntamente mandarlo nuevamente a su país.
No hice ese viaje ya que quede de licencia, pero supe de nuevos problemas entre tripulantes y el afortunado. Digo afortunado, porque si en lugar del Capitán Clutterbuck
Hubiese habido un Griego o algo parecido, el final del amigo Hindu no hubiera sido tan agradable.
Esto habla de la honestidad y hospitalidad del Marino Argentino.       Martin Becerra
GLACIAR PERITO MORENO

GLACIAR PERITO MORENO

3 comentarios:

  1. Quizás seas el Martín que conocí a bordo cuando volví repatriado en el 84 desde Canarias. (Soy el que reparó los tres televisores de a bordo). Gracias a todos (marinería, maestranza y oficialidad) por el exquisito y amistoso trato recibido. Salvo una infección de oídos tratado por la enfermera de a bordo, adquirida en la "pelopincho", todo bueno, muy bueno, incluso la "vaquita" que me hicieron para que pudiese volver a Rosario. Gracias a todos, a los que más recuerdo: Fernández el cocinero, (que me convidaba a probar todas sus exquisiteces), Gareca, Martín, Carucha, "Pajarito" que viajaba con su hijo Cristian, Gastón que era el hijo del capitán y a todos los que no recuerdo de nombre. Salvo el jefe de máquinas que era algo hosco, el resto todos de oro puro, incluído el capitán que me invitó a subir al puente al llegar a Buenos Aires, con "Mi Buenos Aires Querido" a todo volumen.

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  2. También me cabe agradecer al consulado argentino, cónsul y personal del mismo que se implicaron en que yo pudiera embarcar, ya que al capitán ya le habían tocado algunos repatriados quilomberos y mal llevados y al principio se resistía a permitirme abordar. Hicimos Las Palmas, Le Havre, Rotterdam y Hamburgo (incluso me permitieron bajar en Hamburgo para comprar algunos repuestos para reparar los TV de a bordo)

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  3. MUCHAS GRACIAS POR PUBLICAR FOTOS DEL PERITO MORENO... LO QUE NO PUEDO CONSEGUIR ES UNA FOTO EN COLORES REALES...

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