El Sordo Lopez – I
Por Mario Roberto Bertani
PRESIDENTE RAMON S CASTILLO |
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Con el Sordo fuimos en Barcelona a cenar y Pasear UN RATO POR LA RAMBLA, Luego a cenar y a tomar un MATE (Whisky 1/$ litro más o menos. Caminamos luego al monumento a Colon porque quería putearlo por cambiarnos el oro por espejitos. Había un bajorrelieve que mostraba a colon intercambiando con los indios. A unos cien metros en el agua vi algo iluminado que me pareció una persona flotando. Le dije _Jefe hay un tipo flotando. No seas pelotudo, nunca tomas MATE, y cuando tomas (yo apenas había tomado una medida normal) te imaginas cosas. Es un plástico que con los reflectores a vos te parece un cadáver. Le preguntamos a una pareja que estaba en un banco y la chica respondió _ Es un Tío y siguió con lo suyo. Era invierno y como las oooohs. El sordo se alejó hasta la punta del muelle de la Santa María y empezó a gritarle al plástico - cadáver- tipo.
Si estas vivo movete hijo de puta!!! Varias veces. El plástico -cadáver -tío estaría haciendo la plancha y pegó una brazada espalda. Esta vivo!!! Esta vivo!!! Hay que tirarse ,YO TENGO CINCUENTA Y DOS AÑOS, MIRÁNDOME .paso un tipo haciendo jogging y lo engrampo también, a un guardia civil que apareció le dijo que lo ÍBAMOS a sacar pero que después nos tenía que llevar al Castillo en la patrulla. Pues sí, pues si dijo el guardia. Nos metimos en el agua nadamos y lo acercamos al borde del muelle donde el Sordo lo agarró de los pelos y lo hizo. Cuando salí del agua hacía más frío que adentro del agua, me puse el abrigo y el sordo empezó a reclamarle el viaje al barco en la patrulla al guardia. Coge un taxi, coge un taxi! respondió el guardia en medio del quilombo de ambulancia, guardias, curiosos.
AL QUE ME VOY A COGER ES A VOS, y empezó a putear. Tiritando pare un taxi y fuimos al barco. El sordo parecía un disco rayado que decía SALVAMOS UN GALLEGO, SALVAMOS UN GALLEGO. Al día siguiente me despertó temprano y quiso ir al lugar del hecho, preguntaba haciéndose el boludo que había pasado ahí la noche anterior. Compro muchos diarios. Nadie sabía nada. Terminamos tomando unos carajillos en el bar más cercano. De tanto en tanto decía Salvamos un gallego.
Del Sordo tengo otros cuentos que de tantos contarlos tengo ganas de escribirlos. Hoy comencé con salvamos un gallego que tiene otras anécdotas colaterales que describían al Sordo. Hosco pero gran tipo. Un día fui a visitar a su ferretería que puso cuando se jubiló. Vi una plomada de albañil de bronce (poco hubiera durado en una obra) que decía Made in Italy. Le dije Jefe, si esta la hizo en el torno del Castillo. Me respondió..Pero el buque estaba en Italia.
Carlos Fiorenzi comenta: El nombre de Castillo.
Generalmente se lo nombra como Ramón S. Castillo, sin precisar nunca a qué corresponde la inicial S. Esto sucede porque no corresponde a nada, ya que su segundo nombre era Antonio. Para evitar el malentendido que pudiera ocasionar su firma (Ramón A. Castillo, como Ramona Castillo), en su juventud fue deformando la A por una S.
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